
El texto de la reforma laboral despeja la incógnitas sobre el papel que tendrán las ETT. Se establece que será su convenio el que prevalezca a la hora de realizar el llamamiento de los trabajadores con contrato fijo discontinuo, con el objeto de generalizar su utilización.
Con esta cambio, el Gobierno busca convertir el máximo número de trabajadores temporales en indefinidos de manera ficticia. Para ello utiliza el modelo de fijo-discontinuo, que apenas supone el 4% del total de las personas empleadas a través de las ETT. El Ejecutivo impulsa una medida con la que busca enmascarar la temporalidad intrínseca de una economía como la española basada en los servicios, en vez de anunciar medias para crear empleos estables y de calidad.