Opinión

Se habla de la 'Ley Trans' de Montero, las terrazas del Pirineo y el fiasco de Radar Covid

Díaz esconde el 'proyecto estrella' de Montero

Está cada día más claro que Yolanda Díaz lleva su propia agenda al margen de la del resto de ministros de Unidas Podemos y sus polémicas. Tras ignorar las provocadas por el dimitido Manuel Castells con las Universidades o el persistente Alberto Garzón, ahora le toca a Irene Montero. Se cuenta que hay mucho malestar por la total indiferencia de la vicepresidenta hacia la Ley Trans, que la ministra de Igualdad considera su "proyecto estrella" y ahora ve cada vez más cerca de acabar en el fondo de un cajón. Dicen que ha habido conversaciones entre ambas, pero Díaz, no se mueve del "ahora no toca". Según los morados para no abrir más frentes con el PSOE por un texto demasiado polémico. Parecía que las fricciones se habían superado con la aprobación del Anteproyecto en junio. Pero la norma no ha pasado de ahí, lo que provoca una presión cada vez mayor de los colectivos LGTBI que en Podemos trasladan directamente a Díaz. "Parece más cómoda siendo la tercera de Pedro Sánchez que la primera de los nuestros", se quejan en Podemos.

Terrazas bajo cero en el Pirineo catalán

Las nuevas restricciones a la hostelería aprobadas en Cataluña para frenar la sexta ola de la pandemia han indignado especialmente a los empresarios de la zona del Pirineo por su "curiosa" limitación de aforos al 50% en interior de bares y restaurantes y sin límites en terraza. "¿No saben lo que es una montaña en diciembre? ¿Cómo esperan que la gente se siente en una terraza a 5 grados bajo cero?" exclaman. Cuentan que lo que más enfada no es la improvisación, ya que hace una semana se descartaban nuevas medidas, sino las nulas ayudas que han recibido para adaptar los negocios. Se critica que el dinero, igual que los políticos, "nunca ha salido de la ciudad de Barcelona".

El contundente fiasco de 'Radar Covid'

Lo que en su momento se presentó como la clave para frenar la pandemia, la aplicación Radar Covid, sólo ha registrado un 1,57% de los casos confirmados y apenas ha sido utilizada por un 20% de la población mayor de 14 años. Las fuentes en Sanidad y en las CCAA intercambian continuos reproches por los fallos en los registros de los casos y su equivocada estrategia de promoción, que costó 1,5 millones pero que no ha calado apenas en la sociedad, pese al empeño del entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa También critican que el manejo demasiado complicado de la herramienta hace que la mayoría de usuarios la abandonen.

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