Opinión

Año incierto en la renta variable

Ómicron lleva la incertidumbre a las bolsas

Tras las caídas del viernes, el miedo volvió a apoderarse en las primeras horas de las bolsas en la jornada de ayer. El EuroStoxx 50 perdió un 1,3% dejando las ganancias de 2021 en el 15,6%. El Ibex, por su parte, cayó menos del 1% y se mantiene en la lucha por no cerrar el año en pérdidas.

El mal desempeño de la renta variable es comprensible ante la rápida expansión de la variante ómicron a nivel global. Además, las bolsas también sufrieron la debilidad mostrada por China al decidir el banco central del país bajar los tipos de interés para sostener el crecimiento económico. Si a ello se une la persistencia de la crisis de suministros y de los altos precios energéticos se obtiene el cóctel perfecto que explica la elevada volatilidad que amenaza a los mercados en lo que resta del año. Con todo, sería un grave error dejarse llevar por el miedo. Primero porque las recientes caídas son mucho más limitadas que al inicio de la pandemia. Y segundo porque los analistas ven potencial para que las bolsas a ambos lados del Atlántico se recuperen de las pérdidas. En el caso del EuroStoxx 50, la caída del 5% por la variante ómicron es lo que podría ganar en el próximo año. Asimismo, los expertos otorgan un alza del 9,8% al Dax alemán, mientras que en Wall Street, el incremento del S&P 500 sería del 5,18%.

Aunque las bolsas tienen potencial, todo depende de que ómicron no las lleve a perder algunos de sus soportes claves

Ahora bien, esta reconstrucción alcista que los analistas atisban tras las recientes caídas sólo se dará si los índices aguantan sus soportes clave (3.900 en el caso del EuroStoxx 50 y 4.500 en el del S&P). Niveles que no se pueden dar por seguros considerando los efectos que en los mercados aún pueden tener factores como la sexta ola del virus o la normalización de las políticas monetarias, tanto en Europa como en EEUU.

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