Opinión

Se habla del lío tecnológico de Garzón, de Yolanda Díaz y del independentismo light

La tecnología, en pie de guerra contra Garzón

Tras enfurecer a la industria alimentaria y a los jugueteros, ahora son los fabricantes y las tiendas tecnológicas los que claman contra Alberto Garzón. El motivo de sus protesta está en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, que impulsa el ministro de Consumo y que entrará en vigor en enero de 2022. Dicha normativa incluye la obligatoriedad para los fabricantes de tecnología de ofrecer una garantía de 10 años en las piezas a los compradores. Para el sector, este cambio conllevará un "lógico incremento de los precios", lo que impulsará las compras de tecnología en las webs extranjeras. "La UE permite adquirir un producto en cualquier Estado miembro. Para el consumidor, lo único negativo es que tardará un poco más en llegar. Pero, a cambio, le saldrá bastante más barato", dicen en una tienda online española. Las fuentes aseguran que llevan meses tratando que el ministro Garzón atienda sus reclamaciones. "De momento, ha obviado las consecuencias que para el comercio nacional tendrá el cambio normativo. Es increíble que se legisle en contra de nuestra industria", añaden fuentes empresariales.

Díaz coquetea con el 'centro' en Castilla y León

Las malas perspectivas electorales de la "izquierda más a la izquierda" que a día de hoy corresponde al espacio de Unidas Podemos y Más País, están llevando a Yolanda Díaz a explorar espectros políticos más centrados e incluso cercanos a posiciones conservadoras. En la formación morada se dice que solo así se entienden frases como "la sanidad no es de derechas ni de izquierdas" o gestos como el de la reciente audiencia con el Papa Francisco. Es más, aseguran que el éxito de esta sorprendente estrategia se pondrá en práctica en las elecciones de Castilla y León que, según sus pronósticos, tendrá lugar el próximo año, coincidiendo con las andaluzas.

El nacionalismo 'ma non troppo' inquieta a JxCat

La jugada de la secretaria general del PDeCat, Àngels Chacón, de crear un nuevo partido catalanista pero no abiertamente secesionista, para intentar atraer un abanico más amplio de simpatías, sobre todo en el ámbito empresarial y económico, inquieta en Junts. Admiten que es un espacio que perdieron tras la metamorfosis hacia la extinción de CiU, pero no les preocupaba porque era un público también fuera del alcance de PSC, PP o Ciudadanos. Pero el proyecto de Chacón suena diferente y temen que sea un imán para los votos de quien se declara nacionalista ma non troppo.

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