
Los bancos españoles son los segundos que más han incrementado su exposición a la deuda soberana en Europa.
En concreto, la inversión de las entidades en estos títulos creció en 83.000 millones entre el cierre de 2019 y el pasado mes de junio, un desembolso tan solo superado por los 97.000 millones que añaden a su contador los bancos transalpinos. En un principio es positivo que las entidades nacionales adquieran deuda al ser activos seguros. Con ello, los bancos además ayudan a los Estados a financiar las medidas desplegadas por los gobiernos frente a la crisis del Covid. Ahora bien, el sector no debe olvidar que, como el Banco de España advierte, un aumento del coste de financiación de los bonos supone un serio riesgo para la estabilidad financiera.