
La crisis está lejos de terminar para la industria global del automóvil ahora asediada por la escasez de semiconductores y una recuperación de las ventas aún muy lenta.
Sin embargo, los analistas apenan atribuyen consejos de venta a los gigantes del sector. Este aparente contrasentido se desvanece si se considera que las principales marcas no se han paralizado frente a esos problemas y de hecho logran aumentar sus márgenes. Así ocurre gracias a una nueva estrategia basada en priorizar los modelos cuya producción genera más rendimiento, por ejemplo aquellos que Volkswagen fabrica en las plantas ubicadas en su país de origen. Con acciones como éstas, las marcas blindan su rentabilidad y siguen teniendo atractivo para los inversores.