
Los fondos Next Generation de la UE brindan una oportunidad histórica para fomentar en España la rehabilitación de edificios.
El proceso comienza con los 1.000 millones liberados por el Gobierno para inmuebles públicos, pero la parte clave la constituyen los más de 5.000 millones que se destinarán a viviendas. Urge aprovechar bien estos recursos. El parque inmobiliario español cuenta con dos importantes debilidades: una antigüedad media de más de 40 años y una muy baja eficiencia energética. La puesta al día de estos activos redundará en beneficio de los propietarios y hará posible una oferta de alquileres de mayor calidad. Y a todo ello debe sumarse un potencial de creación de empleo de hasta 180.000 puestos de trabajo.