
El Tesoro español emitió ayer el primer bono verde español y, como siempre cabe esperar de todo activo ligado a la sostenibilidad, fue un éxito de demanda, ya que esta última multiplicó por 12 la oferta.
No obstante, la colocación dejó qué desear en cuanto al cupón fijado para ella. En lugar de los mínimos que se preveían para este valor, lo cierto es que el interés anual establecido en el 1% se encuentra seis puntos básicos por encima de la referencia actual del mercado, que en este caso es el bono español estándar. Pese a la demanda de activos sostenibles, es obvio que ya hay factores que empiezan a penalizar a las emisiones de deuda soberana española, como su mayor vulnerabilidad ante un posible cambio de política monetaria en la eurozona.