
Doce grandes empresas españolas se unen con el afán de digitalizar los contadores de agua y gas, movilizando una inversión de 2.250 millones. No debe extrañar el interés de actores de tanto peso en un proyecto que va mucho más allá de una simple puesta al día del sistema de medición.
El uso de la tecnología es ya vital para que los suministradores cumplan con los exigentes estándares de control y eficiencia que la transición a una economía más sostenible les exigirá. Los usuarios, además, tendrán más información sobre sus niveles de consumo y sobre el efecto de la variación de los precios en sus recibos. Todo ello constituye una valiosa ayuda para ante la alta volatilidad que caracteriza a mercados como el gasístico.