La última década no fue fácil para las empresas del Ibex 35 en términos laborales. Desde 2010 sus plantillas sufren una mengua del 7%, casi 120.000 trabajadores menos. Debe considerarse que fue en esos años cuando la anterior crisis impactó con más fuerza en el mercado de trabajo español.
Pero, además, actuaron otras fuerzas como el auge de la digitalización que, en empresas de todos los sectores, hizo prescindibles muchos empleos. A todo ello deben sumarse los inevitables recortes asociados a desinversiones y operaciones corporativas. Resulta así evidente hasta qué punto se equivocan quienes creen que la gran empresa es un ámbito blindado ante la coyuntura general. Muy al contrario, es un termómetro fiable de los cambios que el conjunto de la economía atraviesa.
