La banca de nuestro país reafirmó en sus resultados del primer trimestre la resistencia a la crisis que ya demostraron en 2020. En todo ese año, sin embargo, el BCE y el Banco de España alertaron de lo peligrosa que resultaba la excesiva confianza y de la necesidad de mantener el colchón de provisiones.
Ambos supervisores reiteran ahora ese mensaje y siguen teniendo poderosos argumentos para ello. Si la morosidad se mantiene en niveles tan reducidos es gracias a las refinanciaciones y moratorias que amparan a los clientes. Muchas de ellas entran en un periodo clave, ya que expiran a partir de junio y será necesario renegociarlas. La amenaza de un incremento de los impagos aún sobrevuela al sector financiero español, por lo que urge tomar en serio el aviso de los supervisores.
