
Las empresas han demostrado ser muy resistentes a la hora de afrontar la crisis de la Covid-19. Mientras que los líderes empresariales encuentran nuevas formas de trabajar para hacer frente a esta situación, se está produciendo un cambio más profundo que afecta a todos los seres vivos.
Así, nos ha llamado la atención el deseo de nuestros clientes de emplear la crisis de la Covid-19 para reinventar su funcionamiento. Parte de esta reconsideración es lo que se podría describir como pragmática: revisar los bienes raíces, las oportunidades de automatización y la evolución de las necesidades de los clientes. Algunas de ellas van mucho más allá. El estudio Navigator de HSBC muestra que el 86% de las empresas esperan que un mejor rendimiento en sostenibilidad aumente sus ingresos. Como resultado, tres cuartas partes de las 10.000 empresas encuestadas han adoptado objetivos ESG.
HSBC ha anunciado recientemente su apoyo a clientes para hacer frente a la emergencia climática. Hemos detallado nuestro objetivo de alinear nuestras emisiones financiadas, es decir, el carbono emitido por nuestros clientes, a cero neto para el 2050 o antes. Para ayudar a nuestros clientes a conseguirlo, nuestra meta es la de proporcionar entre 750.000 millones de dólares y 1 billón de dólares de financiación e inversión para el año 2030.
Nuestro objetivo consiste en apoyar a los clientes en el largo plazo. Por ello, ofreceremos una cartera ampliada de soluciones de financiación y utilizaremos nuestra red mundial para establecer conexiones y compartir conocimientos. Los bancos desempeñarán un papel fundamental en el apoyo a la transición a las emisiones netas de carbono cero, y es justo que se nos exijan responsabilidades.
Si bien hay pocos aspectos positivos que extraer de la pandemia, uno de ellos es que las empresas comprenden mejor el potencial de desestabilización de los imprevistos. Una lección útil ha sido la necesidad de cambiar lo que hacemos, y cómo lo hacemos, mucho más de lo inicialmente previsto.
Los acontecimientos recientes subrayan cómo la sostenibilidad se está convirtiendo rápidamente en una corriente dominante. En primer lugar, con la histórica promesa de China de alcanzar un nivel de emisiones netas cero para 2060. A ello se le sumaron los compromisos de Japón y Corea del Sur, y el renovado apoyo de la nueva administración estadounidense encontrará socios dispuestos a colaborar con los líderes de la UE. Estas grandes economías están enviando una clara señal al mercado. Las empresas, y los inversores que hacen negocios con ellas, tendrán que responder. Estos compromisos crean nuevas oportunidades y aumentan la presión sobre los que se quedan atrás. Las finanzas deben apoyar a las empresas y las comunidades en esta misión.
En segundo lugar, un mayor número de empresas se están comprometiendo públicamente a descarbonizar. Esto incluye sectores como el petróleo y el gas, que son clave para lograr la transición. En este sentido, haremos todo lo posible para apoyar a los clientes financiando su camino hacia las emisiones cero. Esta es la mayor contribución individual que un banco como HSBC puede hacer para abordar el cambio climático. Trabajando juntos, desarrollaremos soluciones a medida.
En tercer lugar, la innovación está reduciendo el coste de las tecnologías verdes, en particular de la energía renovable. La Agencia Internacional de la Energía calcula que la energía solar está proporcionando ahora la energía más barata de la historia, con una financiación de bajo coste. Nosotros queremos jugar nuestro papel. Por lo tanto, más allá de nuestro apoyo a los clientes existentes, HSBC se centrará en una inversión de 100 millones de dólares en empresas de innovación de tecnología limpia que están desarrollando tecnologías para hacer frente a los desafíos ambientales.
Los costes de los préstamos, históricamente bajos, crean una oportunidad para las inversiones verdes que se amortizarán en el futuro. Agroindustrias AG, una granja mexicana de pollos y productos lácteos, es un ejemplo de una empresa que ha aprovechado la caída de los precios de la energía solar para hacer una inversión inteligente. Financiado a través de un préstamo verde, instalaron paneles solares con una vida media de entre 25 y 30 años, con menores costes energéticos que permiten un retorno de la inversión en unos cuatro años.
Para algunas empresas, la transición al nivel cero neto resultará difícil. Pero la abrumadora mayoría ve ahora beneficios comerciales directos de un mejor desempeño de la sostenibilidad. Y los pioneros pueden crear una ventaja competitiva sostenible. Por eso queremos estar al lado de nuestros clientes en este viaje, trabajando juntos para convertir estos objetivos en hechos.