
Colau, enfrentada a su propio código ético
Las polémicas adjudicaciones realizadas en los últimos años por el Ayuntamiento de Barcelona han provocado que la Fiscalía y el Tribunal de Cuentas abran una investigación. Aunque el proceso está aún en fase inicial cabe la posibilidad de que la alcaldesa Ada Colau acabe siendo imputada por un juez, acusada de los delitos malversación y tráfico de influencias por presuntamente haber otorgado dinero público a entidades afines. Desde Barcelona en Comú aseguran que si Colau fuera finalmente imputada se vería obligada a dimitir. "El código ético del partido no considera la presunción de inocencia, solo contempla la dimisión de un cargo en caso de ser investigado", dicen en el partido. A pesar de ello, en la propia formación comentan que Colau se está encargando de dejar claro a su equipo que no se plantea la dimisión "en ningún escenario". Todo apunta, por tanto, a que la alcaldesa de Barcelona tiene la intención de aferrarse al cargo hasta el punto de estar dispuesta a enfrentarse al código ético que ella mismo firmó en 2015. "Si Colau se empeña en contradecir los principios más básicos del partido, se abriría una crisis sin precedentes en el seno de la formación", aseguran desde Barcelona en Comú.
El 1-M, ¿último cartucho de PSOE y Podemos?
Todas las encuestas publicadas hasta ahora, salvo la realizada por el CIS de José Félix Tezanos, siguen otorgando una rotunda victoria al PP de Isabel Díaz Ayuso en las próximas elecciones madrileñas del 4 de mayo. Ante la urgencia de revertir estos negativos sondeos, se comenta en los sindicatos que tanto Ángel Gabilondo como Pablo Iglesias están este año más interesados que nunca en tener algún tipo de presencia destacada en los actos del inminente Primero de Mayo. Tanto es así que, según comentan en las propias centrales sindicales, "es evidente que el PSOE y Unidas Podemos ven en el Día del Trabajador el último cartucho para intentar ganar las elecciones", aseguran.
¿Un verano menos 'negro' para la hostelería?
El optimismo ha regresado a la hostelería. Al menos eso es lo que se rumorea en el sector, que confía en el plan de vacunación para lograr un verano menos "negro" del esperado por las empresas hasta hace poco. En concreto, fuentes de este sector indican que las previsiones apuntan a que se podría obtener el 80% de la facturación de 2019 en el periodo estival. "Si el plan de vacunación se cumple, la caída de las ventas se quedará en el 20%", corroboran.