
La crisis del Covid provoca un impacto muy dispar en el sector inmobiliario según las características de sus activos. Con el auge del teletrabajo, se preveía una fuerte depreciación de las oficinas y, de hecho, su valor bajará un 5% de media en 2021.
Esa mengua, sin embargo, palidece ante el retroceso del 50% pronosticado para los centros comerciales. Es innegable que este tipo de inmuebles presentan múltiples flancos débiles ante una crisis como la actual. Además de la caída del consumo y de la afluencia de visitantes, se enfrentan a un incremento de impagos en los alquileres de los locales que albergan. Si a todo ello se suma la pérdida de popularidad de su modelo de negocio frente al comercio electrónico, todo apunta a una tormenta perfecta para los centros comerciales.