
El Gobierno continúa afanándose en justificar la intervención de la Sepi en la aerolínea Plus Ultra. Desde el inicio, es obvio que el rescate resulta indefendible desde el punto de vista de la situación financiera de la empresa, ya que nunca logró beneficios.
Por ello, el Ejecutivo se aferra al "carácter estratégico" de sus rutas entre España y América Latina, pero tampoco este argumento tiene base alguna. Sus vuelos a Perú o Ecuador son cubiertos por otras líneas como Iberia y, en cuanto a su operativa en Venezuela, se basa en un acuerdo con el Gobierno de ese país que otras aerolíneas estarían también abiertas a firmar. Sigue así habiendo graves indicios de que la ayuda a Plus Ultra tiene su verdadero origen en criterios políticos.