Opinión

Etapa más difícil en la industria aeronáutica

Escenario más duro para los fabricantes de aviones

La crisis que sufren las aerolíneas tiene un efecto inmediato en la industria constructora de aviones. El desplome del tráfico aéreo obliga a reducir drásticamente las flotas, un 20%, y a cancelar los pedidos de nuevos modelos.

 Sería ingenuo pensar que la normalidad volverá en cuanto se moderen las restricciones a los desplazamientos internacionales. La exigencia de reducir costes hará que las aerolíneas mantengan su demanda de aviones en niveles restringidos hasta 2026, según los expertos. Pero, además, los constructores deben ser conscientes de que tendrán que adaptar su producción a unas condiciones diferentes. No en vano ya hay visos de que la producción de aviones medianos, con menos de 200 plazas, será clave para obtener rentabilidad.

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