
elEconomista comenzó en febrero de 2006 la andadura hacia su ya afianzado liderazgo de la información económica en español. Entonces era imposible prever la extraordinaria dificultad del contexto que enmarcaría ese periplo.
Los últimos tres lustros presenciaron, casi solapadas, las dos peores crisis desde el crac de 1929 y una transformación tecnológica comparable en efectos, y superior en velocidad, a la Revolución Industrial. Si elEconomista estuvo a la altura del desafío es gracias a su capacidad de adaptación.
La demostró desde su inicio cuando, de modo pionero en la Prensa española, integró sus redacciones de papel e Internet. La afianzó con su exitosa internacionalización, que le brinda presencia en seis países americanos, y al innovar lanzando una amplia gama de revistas digitales y portales especializados en sectores clave. En la actualidad, elEconomista ha sabido adaptarse a una emergencia histórica, la epidemia del Covid, que ha anticipado mudanzas en los modos de trabajo y la demanda de información cuyo desarrollo parecía exigir décadas.
Con todo, en medio de los cambios vertiginosos, elEconomista siempre ha mantenido una constante: la defensa de los principios que cimentan la democracia liberal. Esta coherencia es necesaria como nunca antes en una época en la que las bases mismas del orden mundial creado en 1945 (globalización, libre mercado, proyecto europeo...) se ven atacadas. Y aún resulta más valiosa en nuestro país ante los intentos de socavar las instituciones que posibilitaron la Transición y la próspera España moderna.
elEconomista ha logrado liderar la información económica en español en un contexto histórico de inaudita complejidad
Los retos del futuro son ímprobos pero elEconomista está preparado para redoblar su compromiso con la estabilidad institucional, la iniciativa empresarial y el prestigio informativo que le han caracterizado durante sus primeros 15 años.