Sabadell fue el único banco que, en España, obtuvo de su cartera de clientes una rentabilidad superior al 2%. Lograr un resultado tan alto se antoja misión imposible en un contexto como el actual, marcado por los ínfimos tipos de interés de la eurozona, un factor en el que no pueden influir.
Sin embargo, Sabadell ha optado por la política más adecuada antes esas dificultades. No sólo se ha sumado a la política, ya generalizada en el sector, de potenciar los productos de mayor valor añadido, capaces de generar comisiones de más alta cuantía. Además, pese a la creciente competencia a la hora de captar clientes, no duda en seguir bajando la remuneración de depósitos y cuentas corrientes, unos productos de los que el sector bancario ya no puede esperar rendimiento alguno.