Críticas internas a Iglesias por su 'niñera'
Se comenta que existe un importante malestar en Podemos por la última polémica que rodea a Pablo Iglesias. En concreto, se trata del caso de la asesora de Irene Montero convertida también en "niñera" de la ministra. Por lo visto, cada vez hay más voces en el seno del partido que se quejan de que Iglesias no está sabiendo gestionar este nuevo escándalo. Por si fuera poco, fuentes de la formación morada añaden que la "total inacción" que el vicepresidente del Gobierno muestra está dañando al partido, ya que desbarata algunas de sus estrategias, como la campaña en redes que pusieron en marcha contra los youtubers que emigran a Andorra para reducir su carga impositiva. Se dice también que son los comunes de Ada Colau los que se están mostrando más críticos con Iglesias, ya que temen que el revuelo mediático surgido a raíz de la supuesta "niñera" les pueda afectar de cara a las elecciones del próximo domingo. "Con esta polémica es imposible utilizar el argumento del patriotismo y de la importancia de pagar impuestos para arremeter contra los youtubers", dicen en el entorno de la alcaldesa de Barcelona, desde donde ya culpan a Iglesias y Montero del previsible batacazo electoral que la formación sufrirá en las autonómicas catalanas.
El 'CNI catalán' que Puigdemont quiere crear
El independentismo siempre ha tenido el anhelo de crear un servicio de inteligencia propio. De hecho, Junts per Catalunya lo lleva hasta en su programa electoral. Lejos de lo que puede parecer, el partido de Carles Puigdemont no se conforma con una simple oficina de representación, sino que aspira a crear un "CNI catalán" que sea capaz de articular la "Seguridad Nacional" de Cataluña. Poco más se conoce sobre este proyecto, pero fuentes cercanas al expresident indican que desde hace años el independentismo ha mantenido contactos con el Mossad israelí para conocer las claves del funcionamiento de un organismo de esas características.
El oasis del mercado del automóvil
La segunda mano se ha convertido en la solución a las necesidades de movilidad de los ciudadanos durante la pandemia. Tanto es así que las ventas en este sector cerraron el pasado año con una caída de solo el 28%, la mitad que soportaron las ventas de vehículos nuevos. Por volumen, las diferencias son aún más notables, ya que las matriculaciones de coches nuevos no llegaron a las 42.000 frente a las más de 160.000 transacciones realizadas en el mercado de usados.