
El INE revela cómo el 7,5% de las empresas españolas con menos de diez trabajadores esperan cerrar antes del próximo junio. Como era previsible, las expectativas son especialmente negativas para los negocios que operan en la hostelería y el transporte.
Es cierto que resulta matemáticamente imposible que en el primer semestre de 2021 se produzca otra recesión (ya que no hay opción de encadenar dos trimestres de contracción del PIB). Sin embargo, la crisis está muy lejos de terminar, como revela la situación de insolvencia de una parte creciente del tejido empresarial. Los peores efectos de la epidemia, en términos de cierre de negocios y de destrucción de empleo están todavía por llegar en nuestra economía.