Opinión

El mañana ya ha llegado

El Covid no debe dejar en el olvido otros grandes retos de la humanidad, como el cambio climático

La crisis sin precedentes que estamos viviendo nos ofrece muchas lecciones. De forma colectiva, hemos aceptado paralizar la economía, renunciar a nuestra libertad de movimiento, reducir (de buena o mala gana) nuestro consumo... Los Estados, las empresas y las personas han demostrado que cuando la vida de varios miles de personas está en juego, estamos dispuestos a hacer enormes sacrificios.

Sería ingenuo pensar que la covid-19 es la única gran amenaza que nos acecha. El calentamiento climático y sus consecuencias provocan ya numerosas víctimas cada año y, sin medidas radicales, el ritmo no va a decaer. Aunque el confinamiento ha demostrado la gran rapidez con la que la naturaleza recupera sus derechos y da un respiro a nuestro planeta, esto no durará mucho si el "mañana" se parece al "ayer". Pero son muchos los motivos para la esperanza.

Las empresas se han comportado de forma ejemplar durante esta pandemia

Los Estados han actuado. Muchos países europeos han tomado medidas para que la recuperación sea verde. Uno de los tres pilares de la recuperación propuesta por la Comisión Europea para 2021-2024 recogerá los elementos del Pacto Verde, un "pacto virtuoso", ya que generará crecimiento y empleo. La Comisión Europea calcula que la consecución de los objetivos climáticos estipulados para 2030 aumentará el PIB europeo un 1% y creará 1 millón de puestos de trabajo, que Europa necesita imperiosamente.

Las empresas se han comportado de forma ejemplar. Muchas han actuado durante la crisis, demostrando exactamente lo que quiere decir ser responsables. Producción de mascarillas o de gel hidroalcohólico, reducción o anulación de los dividendos, eliminación de parte de la remuneración a los directivos... Las iniciativas espontáneas han sido numerosas. En Francia, han destacado empresas como LVMH, L'Oréal, Air Liquide o Somfy. Directivos de compañías de todos los sectores, incluida La Financière de l'Echiquier, se han sumado a la Alianza para la recuperación verde, comprometiéndose a mantener o intensificar sus esfuerzos de materia de cambio climático para que la recuperación tras el coronavirus no se haga en detrimento del planeta.

Los accionistas resisten la presión. A pesar de la crisis sanitaria, los inversores responsables han mantenido el rumbo, tranquilizados por unas rentabilidades relativamente alentadoras o incluso excelentes durante el hundimiento de los mercados en febrero y marzo. Han mantenido la presión sobre las empresas para que adopten medidas concretas para la lucha contra el cambio climático. Así, un conjunto de inversores presentó una resolución ante la junta general de Total para obligar al gigante petrolero a estipular objetivos de emisiones de CO2 acordes con los objetivos del Acuerdo de París. La Financière de l'Echiquier votó a favor de la resolución y, pese a que no recabó los votos suficientes, sirvió para recordar que los inversores responsables, cuyo peso sigue aumentando en número y actos gestionados, han dicho basta a la autocomplacencia.

Es ingenuo pensar que el Covid es lo único que nos amenaza cuando aún dista por resolverse el calentamiento climático

Las personas cambian su comportamiento. Todos estos cambios solo pueden durar si las personas —electores, consumidores, ahorradores— transforman esta crisis en oportunidad, para un cambio sostenible. La emergencia sanitaria nos ha llevado casi instintivamente a "pensar como especie". En su libro El Green New Deal global, Jeremy Rifkin utiliza esa expresión para exhortar a las personas a concienciarse sobre la lucha contra el cambio climático, ya que se trata también de la supervivencia de nuestra especie.

La búsqueda de sentido se va a identificar y traducir en cambios en los hábitos de consumo —más productos locales, enfoque en las cadenas de suministro—, pero también en las decisiones de inversión. Tras un año 2019 en el que los inversores europeos multiplicaron más que por dos las cantidades invertidas en los fondos sostenibles con respecto a 2018, la tendencia ha continuado en la primera parte de 2020. Son muchos los destellos de esperanza que hacen pensar que el mañana bien podría ser (¿un poco?) diferente al ayer.

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