
Los últimos datos económicos de la eurozona revelan que el impacto del coronavirus en la industria española es más grave que en Italia o Alemania. La producción, los pedidos y las exportaciones se están hundiendo a mínimos históricos. Sin embargo, es posible revertir esta situación corrigiendo algunos los errores que las fábricas comenten habitualmente y pueden convertirse en importantes agravantes del impacto económico de la actual crisis en el sector industrial.
En primer lugar, cabe destacar la importancia de trabajar sobre certezas, no sobre previsiones. Es urgente dejar de lado el modelo contra stock, que consiste en producir continuamente previendo la demanda, para adoptar modelos basados en datos reales. En lugar de esto, las compañías deben calcular la producción mediante un algoritmo basado en datos del pasado, como el comportamiento del mercado, la evolución de la demanda, el ritmo de la cadena de suministro, etc., de modo que se tenga la garantía disponer de un stock de seguridad para imprevistos, pero no un sobre stock que repercuta negativamente en los beneficios.
Hay que dejar de producir por previsiones de demanda y hacerlo sobre datos reales
Ahora más que nunca, la industria debe replantearse su forma de trabajar y centrarse en cómo frenar el impacto que la crisis está teniendo en el sector. Producir en base a previsiones es un modelo incorrecto que provocará cierres temporales, obligará a las empresas a acogerse a líneas de crédito, reducir su rentabilidad y tendrán problemas de liquidez. La principal consecuencia de trabajar sobre posibilidades es el sobre stock y sus efectos negativos son:
1. Obsolescencia: Los productos almacenados que no salen a la venta pierden actualidad, quedan inevitablemente anticuados, lo que reduce sus posibilidades de venderse. Las empresas invierten en los costes de producción y almacenaje, pero las posibilidades de obtener beneficios con productos obsoletos son escasas.
2. Flujo de efectivo: Si la empresa invierte en producir, pero no hay demanda, su flujo de efectivo se verá afectado. La falta de liquidez es uno de los principales problemas a los que se enfrentan las empresas que trabajan contra stock, ya que gastan su efectivo en el proceso de producción y no lo recuperan con los ingresos de las ventas, ya que los productos quedan almacenados.
3. Gastos adicionales: Además, de no conseguir ingresos y seguir invirtiendo en producir, el sobre stock conlleva una serie de gastos adicionales de logística y almacenaje. Contratar a más personal de almacén, recursos para mantener los productos en buen estado, alquiler de nuevos espacios, etc.
4. Impuesto de sociedades: El impuesto de sociedades, que asciende a un 25%, repercute negativamente en los resultados de aquellas compañías que no tienen en cuenta la demanda real y almacenan la producción sin darle salida al mercado, ya que solo pueden deducirse los impuestos de aquellas existencias que han sido vendidas.
Para sustituir este modelo basado en posibilidades que provoca un exceso de stock, es esencial redefinir la cadena de valor y evolucionar hacia un "sistema pull o de tirado", que consiste en dejar que sea el cliente quien active el proceso productivo y trabajar en función de su demanda. Sin duda, la mejor opción es el sistema "make to order" pero esto solo puede darse en contadas ocasiones al 100% o para referencias de baja rotación y volumen, combinado en muchos casos con un sistema "make to stock" para determinadas referencias de alta rotación y volumen, mediante el que el stock se realimenta en base a la demanda real del cliente, evitando almacenar productos durante largos periodos de tiempo. En la situación que estamos viviendo es imprescindible cambiar las formas de hacer, aprender lo que estábamos haciendo mal y no producir sin mirar al mercado. Solo las empresas que mejor se adapten sobrevivirán la actual crisis.