Opinión

Confianza para salir adelante

El presidente de la Junta de Castilla y León Fernández Mañueco

La irrupción del coronavirus ha creado el escenario más complejo de los últimos años, situándonos ante un triple desafío: sanitario, económico y social.

Nuestra respuesta necesariamente ha de ser, en primer lugar, sanitaria. Es falso el supuesto dilema entre rigor sanitario y reactivación económica. Sin pisar tierra firme en el ámbito de la salud, la economía no puede avanzar. Por eso, mi gobierno ha apostado por la prudencia en el proceso de deshibernación.

Estoy convencido de que esa prudencia nos va a ayudar a ganar tiempo después. Y a cumplir el objetivo de que la recesión, el endeudamiento y el paro sean menores en Castilla y León que en el conjunto de España.

Lo primordial sigue siendo proteger la salud y la vida y evitar una fractura social. Los servicios públicos de gestión autonómica han recibido el golpe más directo del coronavirus. Y han demostrado la capacidad de reacción del Estado autonómico.

Reivindicamos para ellos financiación suficiente, mediante un fondo adicional no reembolsable que se distribuya en función del impacto de la Covid-19. El Gobierno ha respondido y se lo hemos agradecido.

Reivindicamos una adecuada asignación de los recursos que nos lleguen de Europa. Espero que en esto se avance en la Conferencia para Asuntos Relacionados con la Unión Europea que habíamos propuesto, y que el Gobierno ha aceptado.

Sin pisar tierra firme en el ámbito de la salud es imposible que la economía pueda avanzar

Y reivindicamos también una distribución justa del nuevo escenario de estabilidad presupuestaria. En esto, estamos a la espera de una decisión.

En relación con el tejido económico hacen falta medidas de choque, junto a una visión de la recuperación que tenga en cuenta la diversa afectación de cada sector productivo.

En Castilla y León estamos avanzando con el apoyo del Diálogo Social. El 25 de marzo acordamos un plan que incluye una treintena de iniciativas. Con actuaciones inmediatas, como la moratoria en el pago de impuestos para familias y empresas. Apoyos financieros, a través de préstamos avalados. Y el refuerzo de nuestros instrumentos de protección para las personas más vulnerables.

Para amortiguar la primera acometida de la crisis, hemos establecido una compensación económica para los afectados por Erte. Contamos con el Programa Personal de Integración y Empleo. Hemos pactado subvenciones de hasta 10.000 euros para la contratación de personas despedidas durante el estado de alarma. Ayudas para que las empresas inviertan en la protección de la salud de sus plantillas. Y para que el comercio transite hacia una digitalización más necesaria que nunca.

Desde el primer momento nos han preocupado los autónomos, cuyo peso es mayor en Castilla y León que en la media de España. Para ellos, hemos diseñado varias líneas que abarcan las distintas situaciones de necesidad en las que pueden encontrarse.

En conjunto, hemos promovido actuaciones económicas por más de 400 millones de euros: 100 para dar liquidez a empresas y autónomos; 77 en aplazamiento de impuestos; 112 para innovación y competitividad; 92 para el sector agroalimentario y forestal, y 20 para empleo.

Hoy trabajamos para triplicar los fondos de liquidez, articular nuevas ayudas directas a más de 30.000 autónomos y contar con un Fondo de Recuperación para empresas.

Adaptarnos a los nuevos tiempos nos va a exigir reforzar y reorientar nuestro impulso a la internacionalización e innovación. Realizar la mejor inversión en infraestructuras industriales. Y perseverar en eficiencia energética y en energías limpias, de las que Castilla y León es la mayor productora en España.

Será esencial que sepamos aprovechar nuestros mejores activos.

Primero, el gran peso y calidad de nuestra agroalimentación. Un sector que estaba reclamando apoyos antes del coronavirus, y que necesita un plan de choque del Gobierno de España. Desde la Junta de Castilla y León seguimos trabajando para favorecer la liquidez de agricultores y ganaderos, impulsar la inversión en la agroindustria y facilitar un marco de equilibrio en la cadena alimentaria.

Segundo, una industria muy competitiva, que aporta a nuestro Valor Añadido Bruto tres puntos más que la media nacional. Hacen falta medidas decididas para el sector automoción, con un plan que debe liderar el Gobierno de España. Y debemos saber aprovechar las oportunidades de la industria química y farmacéutica y del sector de las TIC.

En tercer lugar, un turismo que en Castilla y León está poco ligado a actividades masificadas y mucho a nuestros grandes atractivos naturales y culturales. Aun así, la transición en el sector va a ser muy dura, y por eso estamos disponiendo actuaciones específicas. Será imprescindible, en todo caso, que el Gobierno de España elabore un ambicioso plan de apoyo a la hostelería y al comercio.

Lo que necesitamos, por encima de todo, es confianza para avanzar. Y la confianza crece mejor cuando existe consenso. Por eso, he propuesto un gran Pacto de Comunidad para afrontar con éxito la recuperación económica.

Contando con las fuerzas parlamentarias, con los agentes económicos y sociales y con el conjunto de la sociedad, Castilla y León va a salir adelante y va a contribuir a que salga adelante el conjunto de España.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky