
Amenaza de querellas ante la gestión de Justicia
Se rumorea que hay un importante malestar entre los trabajadores del Ministerio de Justicia. La causa está en la falta de comunicación que ha habido por parte del departamento dirigido por Juan Carlos Campo respecto al número de contagiados por coronavirus que hay en el propio Ministerio y en la sedes autonómicas. Por lo que se dice en los sindicatos, el Gobierno estuvo ofreciendo los datos hasta mediados de abril. De hecho, cuentan que entonces había 80 infectados. Pero a partir de ahí nadie ha recibido informe alguno sobre la evolución de la pandemia, a pesar de que los funcionarios de Justicia acuden desde entonces con mayor asiduidad a su puesto de trabajo al incrementarse los servicios que se prestan. Se comenta también que ya hay alguna asociación de trabajadores que se está movilizando para encontrar una solución. "Si no hay avances, el Ministerio podría enfrentarse a varias denuncias por falta de información al personal de los juzgados sobre la epidemia y falta de equipos de protección", aseguran desde el mundo de la judicatura.
Convergencia ya dibuja un futuro sin Torra
Antes de la pandemia, muchos en Junts per Catalunya veían ya amortizado a Quim Torra. Una percepción que aumenta con la lamentable gestión que la Generalitat está realizando. De hecho, se comenta que con los furibundos ataques que el entorno del president lanza hacia sus socios de ERC se persigue repartir culpas para intentar salvar el futuro de Torra. No obstante, en el entorno de Convergencia ya se está maniobrando para buscar un líder que sea capaz de olvidar el coronavirus y los recortes que CDC realizó en Sanidad en el pasado y que, según muchos, es una de las causas de los problemas actuales de la Sanidad catalana. Por lo visto ya hay hasta una lista de quinielables. Uno de los nombres que más suena es Artur Mas. Pero también los de otros políticos menos mediáticos, como Miquel Buch, Marc Castells, Jordi Puigneró o Damià Calvet.
¿Cuál es el único nicho optimista en el turismo?
El pesimismo reina en el sector del turismo que casi da por perdida la temporada de verano por culpa del Covid-19. Pero, dicen, que hay un nicho que es optimista respecto a los próximos meses. Se trata de las casas rurales que esperan un aluvión de reservas para julio y agosto. "Al ser destinos más aislados, y por tanto más seguros, pensamos que tenemos ventajas respecto a las playas". dicen desde una plataforma de turismo rural.