
La actual crisis presenta claras diferencias con las turbulencias desatadas a partir de 2008. La recesión que ha comenzado no tiene su origen en la inestabilidad del sector financiero como sí ocurrió a finales de la década pasada. Muy al contrario, los bancos europeos, pese a las dificultades que atraviesan para elevar su rentabilidad, y el mayor esfuerzo en la concesión de crédito que se les exigirá, están lejos de presentar problemas de solvencia que requieran su intervención.
Por ello, sólo puede sorprender el elevado número de consultas que las entidades reciben de sus clientes, acerca de los medios para trasladar sus ahorros fuera de nuestras fronteras. A priori, este afán de buscar refugio más allá de España se antoja irracional ante la baja probabilidad de quiebras bancarias. Sin embargo, es una actitud que cobra todo el sentido si se considera la irresponsable actitud que muestra el vicepresidente Iglesias. Su repetida invocación a una lectura sesgada del Artículo 128 de la Constitución sólo puede despertar el temor a que se violente la propiedad privada, y se produzcan nacionalizaciones de propiedades de empresas y de particulares. En nada contribuye a tranquilizar los ánimos la amplia influencia que el presidente Sánchez aún le permite al líder de Podemos en las decisiones del Ejecutivo, a costa incluso de dejar en evidencia a otros ministros.
La irresponsabilidad del líder de Podemos ya crea miedos entre los ahorradores ante posibles nacionalizaciones
Es cierto que la salida de fondos desde España a otros países no se ha manifestado aún en abril. Pero el gran número de consultas que reciben los bancos no debe minusvalorarse. Este tipo de decisiones se toman para el medio plazo y es entonces cuando el lógico miedo que Iglesias despierta puede infligir un grave daño a al economía.