
Estamos acostumbrados a ver listas de países ordenados por su tasa de crecimiento, o su renta per cápita. Pero una alternativa más prospectiva consiste en ordenar los países en base a su contribución previsible al crecimiento de la economía mundial. Dos observaciones surgen de tal listado: China y EEUU dominan hasta el punto de que esas dos economías representan más de la mitad del crecimiento global previsto para los próximos años; y España está en el puesto 14.
A la cabeza de las listas que consideran tasas de crecimiento o renta per cápita, a menudo se encuentran países de escasa relevancia para la economía mundial: por ejemplo, el país de mayor renta per cápita en el 2018 era Qatar (seguido de Luxemburgo) y el que tuvo la tasa de crecimiento más alta en el 2017-2018 fue Libia (seguido de Etiopía).
Estimar la importancia relativa para el crecimiento de la economía mundial- y, por tanto, de las oportunidades absolutas de expansión de mercados-ofrece una perspectiva diferente y útil para estrategias globales. Usando proyecciones del FMI para el crecimiento en términos reales entre 2018 y 2024 y aplicándolas sobre la economía de cada país en el 2018, podemos generar un listado que tiene en cuenta tanto el tamaño, como la dinámica económica.
El binomio de economías avanzadas y emergentes se ha quedado obsoleto
Esos cálculos tienen sus limitaciones (por ejemplo, en unos países la tasa de crecimiento económico está más sujeta a variabilidad que en otros- reflejando distintos niveles de estabilidad y riesgo) e imprecisiones, pero nos ofrecen una perspectiva valiosa. Lo que nos indican es que se prevé que la economía mundial del 2024 será 18.700 miles de millones de dólares americanos mayor que la del 2018.
Las mayores contribuciones al crecimiento las harán China (un 35%) y EEUU (un 16%). Pero de estos dos países claramente la predictibilidad es mayor en EEUU que en China- donde el potencial de sorpresas a la baja es considerable. Una peculiaridad de la economía china es su alto nivel de inversión (infraestructura, instalaciones industriales, edificios, etc.) que, aunque está reduciendo su importancia relativa, aún se espera que represente un 15% del crecimiento global de los próximos años. Por el contrario, la economía de EEUU está dominada por el consumo privado, que se prevé que representará el 7% del crecimiento global.
Otro gran país asiático que ocupa una posición no menos importante, pero a una distancia considerable es India, que contribuirá un 9% (también con considerable vulnerabilidad a la baja). Le siguen, con contribuciones alrededor del 2%, cuatro países asiáticos y europeos (en orden de aparición en la lista): Indonesia, Alemania, Corea y Reino Unido.
El resto de los países entre los quince con mayores contribuciones previstas a la economía mundial (entre el 1,5% y el 1% cada uno) son (de nuevo, por orden de aparición): Francia, Brasil, Australia, Rusia, Canadá, Japón, España y Bangladesh.
En total estos 15 grandes motores de la economía mundial representan casi un 80% del crecimiento previsto a nivel global y es interesante tomar nota de que entre ellos hay países de muy diferentes niveles de renta per cápita (desde Bangladesh hasta Alemania en los extremos y con muchos países a niveles intermedios).
Las siguientes 15 economías (que incluyen Filipinas, Turquía, México, Polonia, Vietnam, Holanda y Colombia) representan otro 10% del crecimiento global, dejando solamente un 10% para los 164 países restantes.
¿Qué nos dice todo esto? Primero, que para estar al tanto de la evolución de la economía mundial hay dos países que nos lo dicen casi todo por su peso específico y también por su impacto indirecto (como es el caso de China y los precios de las materias primas).
Y, segundo, que yendo más allá de estos dos grandes motores de la economía mundial no hay tipologías que sean de utilidad. El binomio de economías avanzadas y emergentes se ha quedado obsoleto y los países dentro de cada una de esas categorías difieren entre sí tanto como las categorías difieren entre ellas, a la vez que los BRICs tienen ya poco en común entre ellos. Los 30 países que representan en conjunto el 90% de las contribuciones previsibles a la economía mundial, y como mínimo los 15 primeros, entre los que se encuentra España, merecen que se les preste atención individualizada a la hora identificar oportunidades de mercado o inversión.