Opinión

Clústeres industriales para la vertebración territorial y la innovación

El problema de los costes energéticos amenaza la industria de la cerámica

El significado semántico de clúster nos dice que es un conjunto de empresas que suman fuerzas aprovechando sus diferentes especializaciones con el fin de poseer ciertas ventajas y mejorar su productividad. Pero quedarnos con esta definición para defender a nuestro clúster supondría perdernos gran parte de su historia.

La historia del clúster cerámico habla de la vertebración socio-territorial de una industria concentrada en una zona concreta en la provincia de Castellón, en la que confluyen todos los sectores involucrados en la fabricación de baldosas cerámicas: materias primas, maquinaria, esmaltes y colores, la fabricación, tratamientos post-producción, transporte y manipulado. Más de 200 empresas directamente relacionadas con la fabricación de la baldosa, su esmaltado, la maquinaria cerámica, su Instituto Tecnológico propio y una Universidad que oferta ciclos formativos acordes con las necesidades de la industria.

Urge un Plan que aborde cuestiones clave como los costes energéticos y la fiscalidad

Esta historia habla de conocimiento y tradición desde el siglo XIV, de una industria que supone 5.500 millones € (3.900 millones € de ellos en exportaciones), responsable de más de 20.000 puestos de trabajo directos y hasta 20.000 empleos indirectos para España. Por lo que debemos defender la permanencia del tejido empresarial cerámico en el territorio, lo que está directamente ligado con el desarrollo socio-económico de Castellón.

Ante la actual y competitiva economía nuestro clúster debe actuar como plataforma de sinergias, un espacio de intercambio entre las industrias, agentes académicos e investigación, que permita conservar y enriquecer nuestro know-how. Nuestro objetivo es interrelacionar a todos los actores para potenciar la innovación tecnológica para la diferenciación de nuestro producto y lograr la atracción de talento y profesionales altamente cualificados.

Como se suele decir, la unión hace la fuerza y ante el escenario actual –agravado por la falta de gobierno- debemos actuar de manera conjunta y levantar la voz para reivindicar nuestra competitividad en el creciente y complejo mercado internacional. Y nosotros, como clúster cerámico, tenemos la obligación de dibujar el mapa estratégico del sector, evaluar sus debilidades y defender sus fortalezas.

Precisamente, antes estas debilidades exigimos la elaboración de un Plan Nacional de Industria que aborde cuestiones cruciales, como los costes energéticos. No olvidemos que nuestra actividad industrial y consumo energético sitúan a Castellón como primera provincia en consumo de gas industrial en España. Además, este plan debe abordar cuestiones como la fiscalidad, una estabilidad regulatoria, la ayuda a la innovación y digitalización o la calidad de las infraestructuras del transporte. Estas infraestructuras son fundamentales para mantener la competitividad, en el caso del Puerto de Castellón somos responsables del 40 por ciento del tráfico, no solo debido a nuestras exportaciones, sino también a la actividad resultante de la importación de las materias primas. En el caso del Puerto de Valencia, podemos decir orgullosos que somos responsables del 30 por ciento de los contenedores cargados.

Nuestro clúster es enormemente dependiente de la mano de obra cualificada en la fase de recubrimiento o colocación. La carencia de estos profesionales, tanto en España como en nuestros países de destino, supone una amenaza para la actividad normal de nuestra industria. Por ello, pedimos a las administraciones públicas, local y central, que incentiven y faciliten programas de Formación Profesional y reciclaje de profesionales, en España e incluso en los mercados de destino. Estos programas, al tiempo que aseguran la calidad de nuestro producto y su instalación, también supondrían una oportunidad laboral para muchas personas y en especial para colectivos jóvenes, facilitando su acceso un empleo de calidad en nuestro país.

Ahora más que nunca, ante un panorama nacional e internacional tan complejo, debemos defender la figura de nuestro clúster como lugar de intercambio comercial y tecnológico que defiende y desarrolla la innovación para la diferenciación, que asegura la calidad y sostenibilidad de nuestro sector. Por ello, todas las industrias que conformamos el sector de la baldosa cerámica española debemos apoyar su papel y trabajo, incansable defensor de nuestro sector y su desarrollo, lo que hace de nosotros una industria única y referente mundial en cuanto a innovación y tecnología.

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