Opinión

Sostenibilidad: ¿solo cuestión de tiempo?

La sostenibilidad se compromete en diversas empresas

La Red Española del Pacto Mundial da pistas sobre el grado de implantación de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en España: se habla de 160 compromisos en 84 empresas.

Por otro lado, más del 80 por ciento del Ibex integra los ODS en sus estrategias, datos que parecen conceder a las empresas españolas un grado de desarrollo muy relevante. De hecho 15 forman parte del prestigioso Dow Jones Sustainability World Index, índice de referencia mundial. Cada una de estas firmas ha seleccionado sus compromisos de entre todos los ODS disponibles, siendo la acción por el clima el mayoritariamente seleccionado por la emergencia declarada tras el acuerdo de París.

Con todo, los ODS se ha convertido en un verdadero mainstreaming que abarca ámbitos diferentes: el científico con estudios, el religioso con la encíclica Laudato si, y especialmente el ámbito social que se manifiesta en forma de inseguridad hacia el futuro y que puede combatirse desde los ODS. Mainstreaming que debe ser tratado conjuntamente desde sus tres aspectos, ambiental, social y de buen gobierno tal y como se planteó la ONU en 1999. No se puede luchar contra el cambio climático sin mejorar la sociedad que lo ha generado y en ello parecen estar implicadas muchas empresas españolas.

Las cosas se están haciendo razonablemente bien. Sin embargo, recientes manifestaciones de actores relevantes y de los integrantes de la llamada Business Roundtable indican que puede no ser exactamente así. Por un lado, el CEO de BlackRock Larry Fink reclamaba en su carta anual un nuevo modelo de gobierno corporativo en el que los consejeros se comprometiesen con una visión social a largo plazo. Desde su atalaya de gran inversor, señalaba a los CEO para que sean los que faciliten la inclusión de las preocupaciones sociales en sus empresas. Y la respuesta de los CEO llegó con la carta conocida como Business Roundtable, firmada por unos 200 de ellos. Proponen cambiar su enfoque tradicional hacia los accionistas, ya que perjudica la responsabilidad hacia la sociedad. Por tanto nos encontramos ante reproches repartidos para una situación de la responsabilidad social corporativa que ambos intuyen mejorable. Inversores y CEO coinciden en los gobiernos corporativos y en las juntas de accionistas, principalmente para la definición de las políticas empresariales y sus estrategias. Y la sostenibilidad precisa de estas políticas, impulsadas desde la alta dirección, para poder implantarse. De forma que la existencia de un gobierno corporativo comprometido y alineado con las cuestiones sociales se convierte en una necesidad ajena a cuestiones sobre quién puede estar frenando el objetivo reclamado por todos. En mi opinión, éste sería un punto clave para el avance real de la Responsabilidad Social Corporativa desde el mundo empresarial.

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