Hesperia se interesa por los activos que la quiebra de Thomas Cook ha obligado a sacar el mercado. La actividad del touroperador inglés contaba con una amplia capilarización en Canarias y Baleares y es lógico que Hesperia aproveche la oportunidad para ganar presencia, sobre todo, en este último archipiélago.
Para ello, la cadena hotelera cuenta con experiencia más que demostrada y el único requisito pasa por que logre asociarse con un fondo de deuda que aporte una financiación de entre 250 y 300 millones. Los plazos son cortos, pero la calidad de los activos en juego permiten ser optimistas, lo que constituye una buena noticia para Hesperia y para el conjunto del sector turístico español, muy expuesto al vacío que Thomas Cook deja.
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