
El programa electoral del PSOE excluye el impuesto a los ricos, que sí aparecía en el Proyecto de Presupuestos y en el Programa de Estabilidad.
Eso sí, se mantienen otro tipo de alzas, como la subida al diésel, que en nada ayudarán a la economía en un contexto de desaceleración. No obstante, debe valorarse que, al menos, la iniciativa de elevar el marginal del IRPF para las rentas más altas salga del ideario programático de Ferraz. Es cierto que este incremento era una propuesta de Podemos y que el PSOE nunca estuvo completamente a su favor. A pesar de ello, supone una buena noticia que Ferraz retoma la moderación y abandone la anacrónica fórmula de castigar a los ricos con un incremento confiscatorio del IRPF, con efectos perniciosos en inversores y empresas.