Opinión

Tasa Digital: urgen soluciones globales

  • El planteamiento unilateral de algunos países perjudica a la economía
  • La fiscalización de los ingresos digitales precisa de medidas coordinadas
Google.

Se vislumbra un principio de acuerdo. Desde Ametic celebramos que el pasado 9 de octubre la OCDE presentase una propuesta para avanzar en las negociaciones internacionales para abordar los retos fiscales de la globalización de la economía. Desde Ametic, siempre hemos abogado por que los desafíos de la digitalización se adopten de forma consensuada.

El planteamiento unilateral de un impuesto sobre determinados servicios digitales, que se está poniendo en marcha en diferentes países europeos, afectará negativamente a la economía, aumentado el coste del capital, desincentivando la atracción de inversiones y, por tanto, limitando el crecimiento económico.

La Tasa Digital perjudicará tanto a la innovación como a la posición digital de los países que tomen esta opción, colocándolos en una situación de desventaja competitiva respecto de otros países que no adopten el impuesto. Por ello, insistimos en que cualquier medida de este calado debe concebirse dentro del marco global de la OCDE, y regular a todos los países por igual, para evitar la fragmentación del sistema impositivo global y la creación de ineficiencias de mercado.

Conviene recordar que la digitalización de las empresas es fundamental para garantizar la competitividad de la economía. Según PwC, un incremento del 10% en el índice de digitalización de un país supone un crecimiento del 0,75% en el PIB per cápita, y reduce un punto porcentual la tasa de desempleo. Consideramos que este tipo de impuestos lastra el proceso de digitalización de la economía, limitando los potenciales beneficios de las tecnologías digitales en términos de productividad y competitividad.

Dadas las características estructurales de la industria digital, los grandes perjudicados por este impuesto serán precisamente los principales beneficiarios de los servicios digitales: pequeñas y medianas empresas y consumidores. De este modo, el coste del impuesto será transferido a las compañías usuarias de los servicios gravados, que trasladarán una parte al consumidor final.

Impacto sobre el PIB 

El Estudio de PwC Impacto de un impuesto sobre los servicios digitales de la economía española, elaborado a petición de Ametic y Adigital, cuantifica el coste económico de este impuesto en los diferentes actores de la economía española. En concreto, estima que tendrá un impacto negativo sobre los consumidores valorado en hasta 665 millones de euros. Asimismo, las compañías españolas usuarias de los servicios digitales gravados reducirán sus beneficios entre 450 y 562 millones, sumando el incremento del coste de uso de plataformas y marketing online, y la caída de las ventas por repercutirse parte del precio al cliente final. Con todo, este efecto en el beneficio de las empresas tendrá una repercusión económica negativa de hasta 662 millones de euros sobre el PIB nacional.

En esta línea apunta también el Estudio Who will bear the Burden of DSTs? de la Global Digital Foundation. Determina que la Tasa Digital creará barreras de entrada al mercado a pequeñas empresas y startups, al resultarles más caro acceder a los servicios de las plataformas digitales, y repercutirá negativamente en el bienestar de los consumidores españoles, particularmente en las rentas bajas. Según el informe, el impuesto afectará a un mayor número de compañías de las previstas inicialmente ya que son muchas las pequeñas empresas que se están creando gracias a las plataformas digitales y otras tecnologías de Internet.

Uno de los argumentos esgrimidos a favor de la Tasa Digital es que las empresas digitales aplican más estrategias para reducir el pago de impuestos que las que no lo son. Según la Global Digital Foundation, no existen evidencias que apoyen esta afirmación. De hecho, una comparativa de las tasas efectivas de impuestos corporativos de las empresas digitales con las no digitales confirma que las primeras utilizan menos las estrategias para evitar el pago de impuestos.

A tal efecto, la OCDE ha advertido de que no conviene aislar la actividad de las empresas que operan en el entorno digital, sino que debe tenerse en cuenta el impacto de cualquier medida que se tome en materia de tributación sobre el conjunto de la economía. En este sentido, la propuesta presentada por la OCDE ofrece "un enfoque unificado", el cuál no se centra sólo en las empresas digitales -recordando el principio de igualdad en materia tributaria- al considerarse que la digitalización afecta a todas las empresas, independientemente del sector en el que participan.

Desde Ametic consideramos que, para llevar a cabo una correcta fiscalización de los ingresos digitales se precisan medidas globales y coordinadas en el seno de la OCDE que eviten efectos distorsionadores sobre el mercado. Siempre hemos defendido que se necesitan soluciones globales para problemas globales. En este sentido, nos mostramos satisfechos con los trabajos iniciados en el seno de la OCDE para resolver estos desafíos impositivos de forma consensuada y mediante un amplio acuerdo político. Le pedimos al futuro Gobierno que tenga en cuenta la posición de Ametic y espere al consenso de la OCDE.

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