La juez que investiga el brote de listeria relacionado con la carne La Mechá, revela una realidad muy diferente a la que se atribuía hasta ahora a la empresa que vende ese producto.
Según la magistrada, la empresa Magrudis está lejos de ser una micropyme, con apenas capacidad para hacer frente a una alarma de esta índole. Hay pruebas de Magrudis es sólo parte de una red de diez empresas y nueve presuntos testaferros. Es un conglomerado con capacidad para esquivar a las autoridades y poner su patrimonio a salvo de posibles sanciones. El caso de la listeria, por tanto, se agrava ya que no se limita a una posible negligencia localizada en una empresa. Se trata, más bien, de todo un entramado que, presuntamente, se lucra sorteando los controles de salud pública.