
Tras dos años de parálisis por la falta de entendimiento de sus dueños (ACS y Atlantia), Abertis comunicó en septiembre que retomaba su apuesta por crecer en el exterior.
No obstante, este positivo cambio estratégico se antoja escaso ante la limitación que ACS y Atlantia imponen a las inversiones de la concesionaria.En concreto, Abertis solo contó con 282 millones en el primer semestre del año, frente a los 3.600 millones de 2017. A la vista está que con tal escasez de recursos, Abertis lo tendrá complicado para obtener nuevos proyectos. Este freno al necesario crecimiento de la firma llega además en mal momento: Justo en el año en el que se enfrenta a los primeros vencimientos de autopistas en España, lo que tendrá un fuerte impacto en su cifra de negocio.