El presidente de Repsol, Antonio Brufau, propone a la UE que el 20 por ciento de la recaudación de los impuestos sobre hidrocarburos se destine a reforestación.
Se trata de un modo adecuado de potenciar más medios para que la Unión alcance el objetivo de anular sus emisiones contaminantes en 2050. Repsol no sólo muestra así su compromiso con esa meta, sino que ofrece una alternativa para lograrla frente al protagonismo que ha tenido hasta ahora el castigo fiscal, o incluso la amenaza de prohibir algunos de sus productos, a industrias europeas básicas como el automóvil o las petrolíferas. Ahondar en esas políticas contribuirá a agravar el proceso de desindustrialización que Europa aún sufre y que afecta tanto a su avance económico como a su creación de empleo.