Pontegadea, el brazo inversor del fundador de Inditex, Amancio Ortega, destinó al pago de Sociedades a escala mundial el 25 por ciento de su beneficio. Su sede está en España y, por tanto, fue nuestro país el territorio que más recaudó de Pontegadea, casi 400 millones.
Nada puede reprochársele a Ortega en lo que concierne a sus obligaciones fiscales, y su cumplimiento estaría lejos de ser noticia si no fuera por los ataques demagógicos que Podemos lanzó contra las donaciones del empresario. Al contrario de lo que el partido morado defiende, la filantropía de Ortega no está guiada por el afán de compensar unos incumplimientos fiscales que no existen, sino por el afán de prestar una ayuda que la sanidad y la educación públicas necesitan.
