
Antonio Banderas ha dado este fin de semana el último adiós a su madre, doña Ana. Mientras tanto, a más de 9.000 kilómetros de distancia, la actriz de 50 sombras de Grey, a la que crió como si fuera su hija durante su relación con Melanie Griffith, acudía a la gala del Museo del Arte de Los Ángeles, donde lució un espectacular vestido y la mejor de sus sonrisas.
A pesar de que la relación entre Banderas y Dakota Johnson (28) era idílica, todo se rompió cuando el actor se divorció de Melanie. Por aquel entonces, la joven actriz sacó toda la artillería pesada y no habló precisamente bien del actor. Pasados los años, las cosas no parecen haber mejorado. Y es que, tras la muerte de la madre de Antonio, ninguna de las dos han mostrado sus condolencias, al menos no públicamente.
En lugar de eso, sus respectivas cuentas en las redes sociales han reflejado su asistencia a la gala LACMA, celebrada en Los Angeles. Allí, Dakota ha vuelto a ser la protagonista con un diseño de Alessandro Michele (Gucci), uno de los organizadores. La intérprete acaparó las miradas con un vestido plisado y fluido en color rosa maquillaje de manga larga y con un pronunciado escote en forma de V, adornado con unas llamativas hombreras-joya. Un estilo que recordaba a los años 40 en Hollywood.
Los detalles del vestido la hacían brillar aún más: en forma vertical, descendían unas joyas en forma de estrellas. Un elegante conjunto al que ella complementó con unos pendientes en forma de lágrima que acentuaba la atención sobre su escote y un moño algo despeinado.
Dakota acudió al evento junto a su madre, Griffith, quien lució un look más sobrio pero que realzaba su estupenda figura. Un vestido negro y ceñido de manga larga de la misma firma florentina.
Entre los invitados al exclusivo evento también se encontraban otras famosas de la talla de Carlota Casiraghi y Kim Kardashian. La primera presumió de elegancia mientras la segunda se decantó por un arriesgado look de escote inverosímil que no dejó a nadie indiferente.