
En ropa interior, en la cama y al ritmo de una música muy sugerente que dirigía el movimiento de sus manos sobre su cuerpo. Así es el vídeo de Hands to myself, uno de los más sexys y eróticos que ha grabado Selena Gomez hasta la fecha y del que ahora, cuatro años después, se siente avergonzada: "Tenía mucha carga sexual. Mi hermana de seis años lo vio y me sentí avergonzada. Le prometí que jamás volvería a hacer un vídeo así, realmente no es necesario ser tan sexual para hacer y vender buena música", ha dicho.
La ex de Justin Bieber vuelve a la primera línea musical con un nuevo trabajo (Rare) tras pasar cuatro años alejada de los escenarios luchando contra el Lupus y la depresión. Ahora quiere dejar atrás aquella imagen de chica sexy y sustituirla por la de una mujer fuerte y poderosa: "Tenía una autoestima muy baja, era insegura y es algo en lo que ahora trabajo constantemente. Ahora me siento empoderada", ha dicho.
En estos cuatro años Selena se ha sometido a un trasplante de riñón, ha sufrido depresión y hasta ha tenido que ingresar en varias ocasiones en una clínica psiquiátrica para enfrentarse a la ansiedad, todo consecuencia de la enfermedad que sufre: Lupus. "Mis episodios depresivos podían tenerme fuera de combate durante semanas. Descubrí entonces que sí tenía un problema y eso fue un gran alivio. Con el medicamento correcto mi vida ha cambiado por completo", ha dicho.
La ex chica Disney ha confesado que este es su trabajo más personal y profundo: "Se trata de la vulnerabilidad, de la fuerza, de divertirse, de no quedarse en un lugar oscuro, porque tiendo a hacerlo mucho. He mejorado con el tiempo al entender que está bien sentirlo, pero permanecer en él y volver a levantarse es uno de los procesos más gratificantes de la vida".