
El futbolista y la periodista han disfrutado de unos días de relax en el Algarve portugués, uno de sus paraísos particulares. Unas vacaciones familiares estupendas en las que han podido enseñar a nadar a Martín, tomar cócteles en la piscina y hasta nadar con delfines.
Tras pasar por Navalacruz y por Corral de Almaguer, sus respectivos pueblos, Iker Casillas (36) y Sara Carbonero (33) regresaron a Portugal para despedirse del país que les ha acogido durante los últimos dos años. Eligieron un rincón escondido del Algarve, un paraíso del que ya disfrutaron hace unos años, y desde allí han llegado algunas fotografías de su estampa más familiar y romántica.
El portero del Oporto se ha mostrado como un auténtico padrazo con los pequeños Martín y Lucas, que ya han hecho sus primeros pinitos en la piscina, con supervisión y manguitos. Además, los cuatro han pasado largas jornadas en la playa y han descansado en los jardines del complejo donde se han alojado.
Eso sí, Iker y Sara también han sacado tiempo para estar a solas, tal y como reflejan las revistas Hola y Semana. La pareja, que comenzó a salir hace ya siete años, se ha mostrado tan enamorada como el primer día y se han regalado besos piscineros aderezados con zumos tropicales y mojitos. El océano Atlántico también ha sido testigo de sus arrumacos, y además de dar largos y románticos paseos por playas semidesiertas, han podido disfrutar de la experiencia de nadar con delfines.
Aunque se han mostrado tan discretos como siempre, Iker y Sara han querido compartir algunos de esos momentos con sus seguidores en las redes sociales y han mostrado algunas fotografías de su periplo portugués en el que la manchega ha lucido cuerpazo con una amplia selección de trajes de baño y vestidos que, con toda probabilidad, se agotarán en las tiendas en pocos días.