
"Cuando entré en Harvard pensé que había cometido un error... Temía que la gente asumiera que, por ser famosa, no era digna del rigor intelectual de aquí. Prefiero ser inteligente a una estrella de cine", declaró, no sin polémica, Natalie Portman en mayo de 2015, cuando dio un discurso para los alumnos en la universidad en la que ella misma se graduó en Psicología con honor.
La protagonista de la oscarizada Cisne Negro, que habla además varios idiomas, entre ellos el hebreo o el francés, y también ha publicado artículos en revistas científicas, no es la única actriz que demuestra que las dotes interpretativas se pueden compaginar con el desarrollo del intelecto.
Diversas disciplinas
James Franco, además de actor, modelo y productor (entre otras artes) ha desarrollado toda una carrera en el mundo de la literatura, ya que estudió Filología Inglesa en UCLA (Universidad de California, Los Ángeles), especializándose en escritura creativa, realizó un posgrado de en la Universidad de Columbia y comenzó un doctorado en la misma especialidad en la de Yale. Misma disciplina que escogió Emma Watson. La gran fama que obtuvo desde niña gracias a la saga Harry Potter no fue un impedimento para obtener su licenciatura en Brown.
Mayim Bialik, la eterna Blossom y Amy Farrah Fowler en la serie de éxito The Big Bang Theory, hace honor a este último papel, ya que en la vida real también tiene una mente brillante: es doctora neurocientífica por UCLA además de haberse especializado en estudios judaicos y hebreos.
Ashley Judd obtuvo en 2007 su título en francés por la Universidad de Kentucky para, posteriormente, hacer un máster en Administraciones Públicas. No contenta con esto, este verano anunció que volvía a la universidad para obtener un doctorado en el Berkeley's Goldman School en Public Policy.
En el mundo de la música, también encontramos ejemplos de cerebritos. Brian May, además de ser el guitarrista del legendario grupo Queen, es nada menos que astrofísico. En 2007, logró entregar su tesis doctoral tras un parón de 30 años debido a su éxito musical. Greg Graffin, vocalista de la banda punk Bad Religion, cuenta con estudios superiores en Antropología y Geología y Paleontología Evolutiva, lo que ha hecho que sea autor de diversos estudios y libros publicados sobre ciencia. Además, ha desempeñado labores de profesor en la Universidad de Cornell.
Dar patadas al balón tampoco está reñido con las ganas por estudiar. Juan Mata, actual jugador del Manchester United, cursa dos carreras universitarias a distancia, Marketing y Ciencias del Deporte en la Universidad Camilo José Cela. En 2013, declaró para FIFA.com: "No veo por qué jugar al fútbol no puede ser compatible con estas cosas". Pero quizás el mayor ejemplo esté en el Doctor Sócrates. Su padre era un fanático de los filósofos griegos, de ahí su nombre, y es doctor en Medicina, de ahí su apodo. Sócrates, uno de los jugadores de fútbol más destacados del Brasil de los 80 y también doctor en Filosofía, se negó a jugar profesionalmente hasta no haber terminado sus estudios.