
"A giant wall" (un muro gigante). Un muro en la frontera con México ha sido la promesa estrella y la más controvertida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la campaña electoral. Sus más fieles seguidores han apoyado su propuesta, que toman como una respuesta a los mexicanos porque, según defiende, les roban el empleo a los estadounidenses. De esta forma, la entrada de mexicanos y latinos a Estados Unidos estaría controlada y restringida. Sin embargo, pese a que Trump ha sido tenaz con el muro, ha revelado poca información al respecto.
Actualmente la frontera de Estados Unidos con México no está controlada por completo. Solo en 1.100 kilómetros de los 3.000 aproximados de frontera existen controles, vallas o similares -algunas de estas son alambradas con poca protección y fáciles de sortear-. En algunos casos no existe ningún impedimento para pasar de un país a otro. Además, el Gobierno federal tiene desplegados a 21.000 agentes a lo largo de todo el límite con México.
Así es la frontera actualmente cerca de Ciudad Juárez y El Paso. Imagen: Reuters
"Un muro de verdad"
Y Donald Trump ha reiterado hasta la saciedad que esto no es suficiente. El recién estrenado presidente de Estados Unidos ya había avanzado que desea construir "un muro físico", que sería de entre 10 y 15 metros de altura. Un obstáculo "impenetrable" para la entrada de inmigrantes al país, "con sensores, torres, vigilancia aérea y poder humano para reforzarlo". Pero ya había concretado que no se construirían 3.000 kilómetros de muro. "Necesitamos 1.000 millas (unos 1.600 kilómetros), porque tenemos barreras naturales", dijo. En resumen, propone realizar una obra faraónica: un enorme muro más alto que la Gran Muralla china -que mide de 5 a 8 metros- y de miles de kilómetros de extensión.
Sin embargo, en la firma del decreto para su construcción no ha aclarado nuevos datos: ni su forma, ni su longitud ni el inicio de la fecha de la edificación. Sólo que será "cuanto antes se pueda" y que mientras tanto planea contratar a 5.000 agentes de seguridad para reforzar la frontera.
El coste de la gran obra de Trump es discutida. En una entrevista en el canal MSNBC, el magnate afirmó que la edificación de la frontera tendría un coste de 8.000 millones de dólares; una cifra discutida, máxime cuando agentes fronterizos declararon en el Senado que la implantación del actual dispositivo de 1.100 kilómetros -con sencillas vallas, en algunos casos- supuso una inversión de 2.300 millones.
Posteriormente, el presidente estadounidense aumentó esa cifra hasta los 10.000 o incluso 15.000 millones de dólares. En un estudio a fondo, el diario The Washington Post publicó que la barrera fronteriza rondaría los 15.000 y los 25.000 millones de dólares.
En todo caso, el precio dependería de la forma que tuviera el muro. Trump ha indicado que construirá un muro, aunque ha dejado caer en alguna ocasión que en ciertos lugares podría ser solamente una valla. Asimismo, con la expresión "the wall", Trump podría hacer referencia tanto a una fuerte barrera de hormigón como a una valla de alambre similar a la que existe en Ceuta y Melilla.
"México pagará el muro"
En sus mítines durante la campaña para las presidenciales, cuando tocaba tratar el asunto, Donald Trump comenzaba preguntando "¿Quién pagará por el muro?". "México", respondían sus seguidores al unísono con emoción. Quién pagará su construcción ha sido de los únicos aspectos que Donald Trump ha dicho y repetido. Tras ganar las elecciones, ha sido tajante: "México pagará el muro".
La misma idea fue repetida en la firma del decreto para la construcción del muro. "México pagará el cien por cien del muro", aseguró el presidente tras su firma, pero sin especificar cómo lo hará. De momento, se sabe que el Gobierno de EEUU podría adelantar el dinero para su construcción en base a una ley de 2016 de George W. Bush y que después se estudiaría cómo hacer que el país vecino financie la obra. De momento, ha pedido a las diferentes oficinas federales que cuantifiquen la ayuda militar y económica que EEUU destina anualmente a México. Varios medios estadounidenses anunciaron que la intención de la Administración Trump es posteriormente recuperar el dinero subiendo las tasas, impuestos y aranceles al Gobierno mexicano.
Por su parte, el presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha respondido a Trump cada vez que el presidente estadounidense señalaba a su país para costear la construcción: "México no pagará el muro".