
Nos agobiamos a última hora con el momento playa y la hora de ponernos en traje de baño. Si has ido retrasando la dieta y el ejercicio, ahora no trates de recuperar el tiempo perdido porque puede ser perjudicial para tu salud y también para tu boca.
"Muchas personas se someten a dietas disparatadas y se inician en la práctica de un deporte intenso sin un control médico ni profesional, con la falsa creencia de que dejar de comer determinadas cosas o comer poco y hacer mucho ejercicio nos hará adelgazar más rápido, sin tener en cuenta que no adelgazan y perjudican su salud. Además, no tenemos en cuenta para nada el efecto que estas dietas y la práctica de ejercicio físico descontrolados tienen sobre una parte tan importante de nuestro cuerpo, como son los dientes", advierte el Dr. Iván Malagón.
La enfermedad de las encías, que nos lleva a la pérdida de dientes, es más frecuente en personas con una mala alimentación. Si nuestra dieta carece de ciertos nutrientes, los tejidos de la boca sufren las consecuencias, porque se hacen más vulnerables a las infecciones. También la práctica descontrolada de ejercicio intenso sin la adecuada preparación puede causar lesiones en músculos y tendones. Esta práctica en deportes de impacto puede causarnos desgaste y microfracturas en nuestro esmalte dental, por el continuo impacto entre los dientes.
En estos casos, aparte de asesorarse por un profesional de la medicina deportiva, es fundamental consultar con un odontólogo para que valore la consecuencia de dichos impactos sobre nuestra dentadura y nos ofrezca las opciones más adecuadas. No olvidemos que una boca en mal estado puede perjudicar el rendimiento deportivo, ya que genera, entre otros, problemas de equilibrio, lesiones musculares, dolores de cabeza y calambres. Toma nota de estos cuatro consejos básicos para una dieta que no perjudique la salud dental:
1. Beber por lo menos dos litros de agua al día.
2. Incluir en la dieta los cinco grandes grupos de alimentos: cereales, frutas, hortalizas, proteína (carne y pescado) y lácteos.
3. Evitar picar entre horas, ya que es mejor repartir las ingestas en tres comidas principales y dos tentempiés. Los alimentos que comamos en el marco de una comida dañan menos nuestra salud dental porque cuando comemos liberamos más saliva, un potente bactericida que nos ayuda, además, a eliminar los restos de alimentos de la boca y reduce los efectos de los ácidos, protegiéndonos contra la caries.
4. Asegurarse que el tentempié de la mañana y de la tarde incluye lácteos y una pieza de fruta, de este modo aportaremos la energía que necesitamos hasta llegar a la comida principal.
Recuerda: Somos lo que comemos y también lo que no comemos. Una dieta equilibrada es saludable y del mismo modo que la salud entra por nuestra boca, lo poco saludable también entra por nuestra boca y deja sus efectos en ella.