
El president de la Generalitat en funciones, Alberto Fabra, ha confirmado que aguantará como presidente del PP de la Comunitat Valenciana hasta el congreso ordinario de enero de 2016 y ha considerado que el partido debe "resetearse" con "nuevas caras, nuevo discurso y nuevo proyecto". Con esta decisión de aplazar su salida, se intenta gestionar la transición en la dirección de la mejor manera posible, evitando agravar la crisis interna en que ha entrado el partido y suavizar su posible impacto de cara a las elecciones generales.
Así lo ha anunciado Fabra a los medios tras la reunión de la Junta Directiva Regional del PPCV, la primera tras las elecciones autonómicas y locales del pasado domingo, en las que el PP, pese a ser el partido más votado, perdió la mayoría absoluta en Les Corts y en los principales ayuntamientos de la Comunitat Valenciana.
En rueda de prensa, Fabra ha informado de que no presentará su candidatura a president de la Generalitat en el debate de investidura que tenga lugar en Les Corts Valencianes.
Además, ha anunciado que el "paso atrás" que ha decidido dar al frente del PP valenciano no será el único, sino que habrá más personas, que no ha concretado, que deban acompañarle y no estar al frente del "nuevo PP valenciano".
Según Alberto Fabra, si no ha dimitido del cargo o convocado un congreso extraordinario del PPCV tras los resultados del domingo es porque ha considerado que no hacía falta adoptar ninguna de ambas medidas.
El PP esperaba una caída en resultados, pero no de la magnitud de la sufrida. Hasta el último momento, se confiaba en mantener "una mayoría suficiente" que permitiese liderar un gobierno autonómico en coalición con Ciudadanos.
La escalada de Compromís y el castigo de los votantes, dejó al PPCV fuera de juego en la Generalitat, además de confirmar la pérdida de los ayuntamientos de las tres principales ciudades, las diputaciones de Valencia y Alicante y decenas de pequeños municipios.