
Sin duda es uno de los directores de cine americanos más controvertidos de los últimos 20 años. Sus filmes suelen girar en torno a temas políticos y culturales, los cuales le han supuesto el conseguir tres Oscar de la Academia, uno de ellos como guionista de Midnight Express y los otros dos como director de Platoon y Nacido el 4 de Julio respectivamente.
Según el diario británico The Guardian es uno de los pocos directores de izquierdas trabajando con continuidad en Hollywood. Su defensa de Fidel Castro y Hugo Chávez le han puesto más de una vez en situaciones embarazosas, pero preferencias políticas aparte, Stone ha demostrado que la mayoría de sus películas son dignas de mención.
Filmes como JFK, Nixon, Natural Born Killers o Wall Street forman parte de un currículo no demasiado abundante en cantidad pero sí en calidad. Ésta última rodada en 1987 y protagonizada por un jovencito Charlie Sheen y un siempre elegante Michael Douglas es ahora la excusa perfecta tras la crisis económica vivida recientemente en USA para que Stone retome la historia de Gekko (Michael Douglas) un corporate raider sin escrúpulos.
Gekko, el personaje al que da vida Michael Douglas, se convirtió cuando salió la primera película en una especie de personaje de culto para los 'brokers' de Wall Street.
Sí, es cierto. Hacía de malo en la película pero parece que a los brokers les sirvió de inspiración. En esta nueva entrega es más ambivalente. Sale de prisión y no tiene nada, su hija no le habla, no tiene más parientes vivos, su hijo mayor se ha suicidado. Así que es muy interesante ver cómo trabaja para recuperar lo que ha perdido. Está un poco oxidado respecto al trabajo, lo que él solía hacer ha cambiado en cierta forma y tiene que ponerse al día.
¿Se puede decir que Gekko ha cambiado para mejor?
Tienes que ver el filme (sonríe). Gekko es una rata encantadora con el corazón de un reptil, pero eso no significa que no pueda amar a la gente, como a su hija. La cuestión es si quiere más el dinero que a su hija. Lo dejo en el aire.
En esta segunda parte vemos caras nuevas como la de Shia LaBeouf, un jovencito que se está comiendo Hollywood como actor. ¿Qué tipo de preparación le recomendaste para el papel?
Le mandamos a cinco compañías de Wall Street para que se empapara del mundo de las finanzas. Este mundillo tiene su propio lenguaje y tenía que familiarizarse con él. Incluso ha cambiado desde que hice la primera película en 1987. Los chicos que trabajan en Wall Street suele ser gente joven, se queman rápido. Ahora tienen mucha más importancia los que se encargan de escribir el software que usan estas compañías.
¿Qué crees que la gente puede sacar en claro tras ver 'Wall Street'?
Creo que este tema le interesa mucho a la gente, especialmente después de la recesión que sufre nuestro país. Es, en cierta forma, un reflejo de lo que está pasando hoy en día en nuestra sociedad. A través de los personajes vas a experimentar lo que viven, lo que ha vivido Wall Street en los últimos dos años.
Como cineasta has hecho varias películas sobre jefes de estado como George W. Bush, Fidel Castro, JFK. ¿Te atrae la idea de hacer una sobre Obama?
No mucho. Se ha hecho tanto sobre él que el tema está ya un tanto manido. Lleva mucho tiempo hacer una película y cuando está basada en algo que está ocurriendo ahora se hace harto complicado, es difícil cazar noticias y plasmarlas en un filme. Necesitas tiempo. No se han escrito libros interesantes sobre Bush hasta el 2006 o el 2007. Uno debe esperar para tener perspectiva sobre el tema que estás tratando. Mi intención cuando rodé W, era mostrar lo estúpido que era Bush, mostrar que es un hombre bidimensional, no muy espabilado, mientras que, por ejemplo, Nixon era un tipo muy inteligente. La idea con mis películas sobre presidentes no es crear polémica. Soy un dramaturgo, no un creador de polémica.
¿Te interesaría hacer una película sobre los intríngulis de Hollywood?
Sí, es algo que no me importaría hacer.
¿Qué es lo que hoy en día en tu opinión puede sorprender creativamente en Hollywood, algo como Avatar?
Sí, Avatar creo que ha sorprendido. Es muy buena película.
Michael Douglas está pasando por unos momentos duros en su vida debido al cáncer que se le ha diagnosticado. ¿Sabía durante el rodaje lo que le pasaba?
No, durante el rodaje no se lo habían detectado aún.
Pero además estaba pasando por otros problemas en su vida.
Sí y creo que en cierta forma le ayudaron a interpretar mejor a Gekko. Es un profesional y se limitó a hacer su trabajo perfectamente. Michael es un actor como la copa de un pino y no trae sus problemas al rodaje.
¿Cómo ha cambiado en estos años?
Está obviamente más mayor. Ha cambiado mucho en estos 20 años y se le nota en la cara. Pero creo que ha envejecido de una forma muy serena.
¿Crees que las películas comerciales pueden también tener un mensaje social?
Por supuesto. ¿Por qué no vas a poder hacer una película que entretenga pero que también transmita un problema social o económico? Todas las películas que se hicieron sobre gánsters en los años 30 por Warner, que por aquel entonces era un estudio proletario, eran un reflejo de la insatisfacción de la sociedad. Las películas de Frank Capra eran comerciales y a la vez muy críticas con el movimiento fascista que existía en este país.
¿Tienes dinero invertido en Wall Street?
Claro, aunque sólo un poquito.
¿Has perdido con la recesión?
Como todo el mundo. Tengo un mánager que maneja mi dinero desde hace 25 años.
¿Qué significa el dinero en tu vida?
Creo que es una herramienta de la que te puedes servir, pero si la adoras demasiado se convierte en tu perdición.