
La historia es tan antigua como la Humanidad, pero el 8 de marzo de 1875 se toma como fecha de comienzo de la lucha. Hace 164 años, cientos de mujeres trabajadoras de una fábrica de textiles de Nueva York marcharon por las calles contra los bajos salarios -menos de la mitad de lo que cobraban los hombres-. Esa jornada terminó con 120 mujeres muertas por la brutalidad policial y provocó que las trabajadoras fundaran el primer sindicato femenino.
Asimismo, el 28 de febrero de 1909, se lleva a cabo por primera vez el Día de las Mujeres Socialistas en Estados Unidos. Sin embargo, un año después, se marcó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas.
En Europa este ejemplo fue tomado por las dirigentes socialdemócratas Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, quienes en 1910 organizaron en Dinamarca la II Conferencia Internacional de las Mujeres Trabajadora, proponiéndose allí el establecimiento de un día de reconocimiento a la labor realizada por las obreras de todo el mundo.
Otra de las fechas claves del movimiento fue el 25 de marzo de 1911. Más de 100 trabajadoras textiles, mujeres inmigrantes en su mayoría de Europa del Este e Italia, perdieron la vida en un incendio en la fábrica de Triangle Shirtwaist en Nueva York. Un total de 123 trabajadoras y 23 hombres murieron. La desgracia hizo impulsar a las mujeres a continuar la lucha.

No obstante, no fue hasta 1977 cuando la Organización de las Naciones Unidas aprobó una resolución por la que se declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer.
En España, la primera manifestación feminista se convocó en enero de 1976, pero al no estar permitida fue reprimida por la policía, por lo que el primer 8 de marzo en nuestro país tuvo lugar en 1977, momento que las mujeres aprovecharon para plantear cuestiones como la necesidad de la educación sexual, la legalización de la venta y uso de anticonceptivos y la despenalización del aborto.
Así, en 1977 se celebró por primera vez en Madrid el 8M, Día Internacional de la Mujer e un acto que tuvo lugar en el Pozo del Tío Raimundo, en Entrevías, reuniendo a las feministas bajo el lema "ni una mujer en la cárcel, ni una mujer sin trabajo".

El movimiento ha ido creciendo hasta que llegó 2017 y con él, la primera huelga feminista a nivel internacional. No era solamente una huelga laboral, también fue de consumo, de cuidados y estudiantil.
En definitiva, las acciones colectivas forzaron la creación de un nuevo marco jurídico internacional que hoy contempla la igualdad de derechos, que favorece la creación de una conciencia pública y que empuja al cambio de tradiciones y de actitudes profundamente arraigadas que prolongan la discriminación.
