H ablar de Andalucía es hacerlo de arte, historia y rica gastronomía. Sus extensas playas o sus lugares Patrimonio de la Humanidad (Granada, Córdoba, Sevilla, Úbeda, Baeza y los Dólmenes de Antequera, en Málaga) representan un indudable atractivo para el turismo nacional e internacional. Ciudades como Málaga se han colado en el ránking mundial de los centros más atractivos para visitar y trabajar.
Aparte de por sus agradables temperaturas durante casi todo el año, Málaga destaca por la innovación (el parque tecnológico atrae empresas de primer nivel como Google, Oracle ó Vodafone) y la cultura (más de treinta museos, con nombres tan conocidos como son los de San Petersburgo, Pompidou, Picasso óThyssen). El turismo aporta el 13 por ciento del PIB regional, un porcentaje significativo, pero por debajo de otros sectores como el agroalimentario, con el 15,3 por ciento. Uno de cada cinco euros exportados en frutas y hortalizas por España procede de Andalucía. La región es, además, conocida por ser el primer productor de aceite de oliva del mundo.Su futuro pasa, sin embargo, por el desarrollo de nuevos sectores ligados a la tecnología y a la transformación ecológica. El presidente andaluz, Juanma Moreno, aspira a generar una de cada dos nuevos gigawatios de energías renovables previstos en el Plan Nacional de Energía y Clima hasta 2050.
El reto en los próximos años es la industria, que está aún seis puntos por debajo de la media española y representa menos del diez por ciento del PIB. Es importante su producción de metales básicos, la química, la reparación de maquinaria y, sobre todo, la industria aeroespacial, de goza de una larga tradición y representa el 1,6 por ciento del PIB. En los últimos años se ha posicionado bien en las Tecnologías de la Información (TIC) y en los videojuegos, un ámbito en el que ostenta el liderato nacional. Para el futuro es esencial su apoyo a la I+D+I, a la que el Gobierno piensa dedicar más de la mitad del incremento del gasto regional, para situarlo en la media nacional.
Todas estas políticas, unidas a un entorno amigable para las inversiones de todo tipo promovido por el Ejecutivo andaluz, que en esta legislatura redujo los impuestos y agilizó los trámites administrativos para la puesta en marcha de nuevos proyectos permite ya despuntar en la recuperación frente al resto. Dos hitos reseñables son su crecimiento por encima de ia nacional y la superación en creación de empresas a Cataluña por primera vez en la historia, gracias al apoyo al emprendimiento.