Next Generation

Una economía locomotora de España en aceleración tras el impacto de la Covid

  • Cataluña se está recuperando a un ritmo más intenso que la media nacional en los principales indicadores macroeconómicos
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Cataluña es, junto a la Comunidad de Madrid, locomotora del PIB español, con un peso del 19% en la economía estatal. La pandemia ha impactado en la economía mundial y Cataluña no ha sido una excepción, pero las previsiones de recuperación se están revisando al alza, con el objetivo de recuperar el nivel prepandemia en 2022.

Según los cálculos de la Generalitat actualizados este mes de octubre, las bases de la reactivación se anticipan en el dinamismo del consumo, y el comportamiento del comercio exterior y del mercado de trabajo, con magnitudes en el caso de Cataluña por encima de la media estatal. Asimismo, las claves para el crecimiento se encuentran en el levantamiento de restricciones gracias a la vacunación masiva de la población contra el Covid-19, así como por el empuje que supondrá la llegada de los fondos europeos para la recuperación económica.

Los indicadores avanzados de consumo llevan señalando un crecimiento notable en los últimos meses, y en cuanto al mercado de trabajo, a cierre de septiembre la afiliación se sitúa un 0,6% por encima de la de septiembre de 2019, y el número de trabajadores en ERTE, por su parte, ha seguido disminuyendo y se sitúa en 47.949 personas en septiembre. Es el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia por sexto mes consecutivo.

En el caso del sector exterior, las exportaciones de bienes continúan con una expansión destacada y, en términos acumulados hasta julio, superan en un 5,6% los valores corrientes del mismo periodo de 2019. Uno de los sectores más castigados por la pandemia, el del turismo, también ha empezado a remontar. El número de turistas extranjeros durante abril del 2021 fue tan sólo un 5,6% respecto del mismo mes de 2019, mientras que en agosto ya representaban un 45,5% de los que se recibieron dos años atrás.

En este contexto, las previsiones de la economía catalana para el 2021 sugieren un crecimiento del 6,4%, cuatro décimas por encima de la previsión publicada en mayo. Este rebote recoge tanto la recuperación parcial de la demanda interna (con una aportación favorable de 6,2 puntos) como el reequilibrio de la demanda externa (con una aportación favorable de 0,3 puntos). La mejora de la demanda interna refleja, sobre todo, la recuperación del consumo de los hogares (con un crecimiento del 7,9%) y de la inversión (con un avance del 8,3%). La reactivación del consumo de los hogares está muy vinculada a la mejora de la confianza sobre la situación económica y sanitaria, a la movilización gradual del ahorro acumulado durante la pandemia y la recuperación sostenida del mercado de trabajo.

La recuperación de la inversión se basa en la disminución de la incertidumbre y unas condiciones financieras favorables, en un contexto en el que aumenta la demanda final, el grado de utilización de la capacidad productiva y las necesidades de digitalización. La progresiva implementación del plan europeo de recuperación debe permitir impulsar la inversión en el último trimestre del año y, sobre todo, en el 2022. En cuanto al consumo de las administraciones públicas, se proyecta una progresiva desaceleración (con un aumento del 3,5%), después de la respuesta más expansiva de 2020 derivada de las necesidades para hacer frente a la pandemia. Las exportaciones totales de bienes y servicios avanzarían un 11,1%, a un ritmo muy parecido al de las importaciones totales, del 11,5%.

Las previsiones sobre el mercado de trabajo del 2021 apuntan a un aumento notable del empleo equivalente a tiempo completo (4,7%), tras la caída intensa de 2020 (-9%). Este avance del empleo a tiempo equivalente, que supondría la creación de unos 147.000 puestos de trabajo, sería menos intenso que el del PIB, y por tanto la productividad aparente del trabajo mejoraría, en línea con el patrón procíclico de los países del entorno. Esta dinámica, junto con el incremento de la población activa (que se recupera tras el descenso registrado en 2020), conduce a una disminución moderada de la tasa de paro, hasta el 12,1%.

Las previsiones para 2022 apuntan al mismo ritmo de avance del PIB que en 2021, del 6,4% (1,2 puntos por encima de las previsiones del mayo), con una aportación inferior de la demanda interna ( de 5,5 puntos) pero superior de la demanda externa (de 0,9 puntos). En 2022 se espera un mayor protagonismo de la inversión (con un aumento del 11,9%), gracias, sobre todo, a los fondos europeos Next Generation, al tiempo que se mantiene un impulso destacado del consumo de los hogares (con un incremento del 5,5%). El crecimiento del consumo de las administraciones públicas mantendría la desaceleración iniciada en 2021, hasta el 1,6%. Los flujos con el extranjero se mantendrían en tasas similares a las del 2021, aunque algo más moderadas, del 10,7% para las exportaciones totales de bienes y servicios y del 9% para las importaciones. En este sentido, cabe destacar el impulso del consumo de los extranjeros, gracias a la recuperación prevista de los principales mercados emisores de turistas que se encuentran, a grandes rasgos, en un proceso de vacunación avanzado.

En cuanto al mercado de trabajo, las previsiones para 2022 sugieren un crecimiento más moderado del empleo equivalente a tiempo completo, del 3,8%, que se traduce en la creación de unos 124.000 puestos de trabajo. Esto permitiría un descenso de la tasa de paro, hasta el 11,2%, una tasa muy cercana a la de 2019, cuando fue del 11%.

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