
El séptimo partido de las finales de la NBA (victoria histórica para los Cavaliers de LeBron James) fue un partido cargado de tensión y competitividad que tuvo, por momentos, pudo convertirse en algo más que un partido de baloncesto para transformarse en una campo de batalla.
Ambos equipos se jugaron mucho y sus estrellas, más si cabe. De ahí que cada vez que el propio James y Stephen Curry se cruzaban por la pista, 'saltaran chispas' que a punto estuvieron en transformarse e incendio gracias a una de las acciones del partido.
En un contragolpe de los Warriors, Curry trató de hacer una canasta tras penetración en la zona que acabó con LeBron poniéndole un tremendo tapón. El MVP de estas finales saltó como nunca para frenar la internada de su rival.
El gesto dejó un mal sabor de boca en Curry, quien acabó picándose con LeBron y, tras chocar su hombro contra el pecho de su rival, los dos se encararon. Uno de los árbitros del partido tuvo que poner fin a una discusión que podría haber ido a mayores. Las humillaciones de las estrellas a manos de otras estrellas no suelen tener final feliz.