
El Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso más en uno de los objetivos que llevaba meses buscando culminar. Desde que explotase todo el conflicto entre taxis y VTC, el consistorio ha buscado la forma de modernizar el sector que ahora llega con la última medida del PP de José Luis Martínez-Almeida y el apoyo de Ciudadanos y Vox.
A falta de que se publique en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) y de las posibles impugnaciones que lleve ante la Justicia la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) o la oposición del PSOE y Más Madrid, el taxi de la capital pasará a tener un gran cambio que afectará tanto a usuarios como a conductores.
Y es que con esta nueva ordenanza llega una forma totalmente diferente a la concebida de usar este modo de transporte. Un cambio que gira hacia la modernidad y a sistemas que ya se habían implantado en otras grandes ciudades europeas o en Estados Unidos.
Taxi compartido
Porque una de las grandes novedades es la de poder compartir un taxi, lo que abarata el precio final. Es decir, el usuario en cuestión puede elegir un trayecto, reservar un número de plazas y dentro encontrarse ya con algún otro cliente o de camino a su destino, recoger a otra persona. Un sistema que ya es muy habitual de ver en Nueva York entre usuarios frecuentes de VTC, puesto que el precio final es menor y se comparte entre los diferentes usuarios.
Sin embargo, esta primera medida llega con polémica pues ha sido Más Madrid quien pide que el recoger o dejar a una persona solo sea si se da en el trayecto de la primera persona que va montada en el taxi. Es decir, que el conductor no tenga que desviarse de una ruta habitual por otros clientes, puesto que esto alargaría más de lo normal el viaje. Además, el trayecto compartido solo estará permitido si se reserva la plaza mediante una aplicación y no así si se para un taxi por la calle o en una parada señalizada.
Precio cerrado
Otra de las medidas más revolucionarias es el hecho de que el taxi pase a tener el sistema que ya contaban los VTC. Esto es que desaparezcan los taxímetros, siempre que el viaje se solicite por aplicación y no en parada en la calle, y tenga un precio ya establecido según los kilómetros y la demanda.
En este caso ha sido la FPTM quien se ha quejado al respecto, aunque ya había aplicaciones que cierran el precio previa recogida, puesto que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ya declaró en el pasado nula esta normativa que quería establecer la Comunidad de Madrid. De cualquier forma, desde el Ayuntamiento dejan claro que están preparado para que su plan siga adelante aún se caiga esta medida, así como que se está creando una herramienta (TxMad) que fije unos precios y no permita que varíen según una u otra aplicación.
Uniforme
Una propuesta que aún está por ver es el hecho de que los taxistas pasarán a tener que llevar un código de vestimenta. Al estilo de los VTC el traje estará compuesto por una camisa o polo liso, pantalones largos o falda de vestir en tonos oscuros. Los zapatos, al igual que las chaquetas, deberán ser oscuros y solo se permitirán en el estampado pequeños logos de la asociación a la que se pertenezca.
Carnet por puntos
El otro gran cambio es la introducción de un carnet por puntos pero no para el conductor, si no para el propietario de la licencia. Con un máximo de ocho puntos, se irán descontando según haya faltas muy graves reconocidas por la administración. En caso de llegar a cero puntos, la licencia quedará suspendida durante un plazo de tres a doce meses.
Contra los delitos sexuales
Por último, la normativa del Ayuntamiento establece que se denegará toda conducción a una persona que tenga antecedentes penales por delitos sexuales o de índole contra la infancia. Una propuesta que había surgido de PSOE, Más Madrid y Vox y que conllevará también un botón 'SOS', opcional para el que lo quiera situar, que alerta desde fuera con una señal luminosa si hay algún tipo de conflicto en el interior.