De acuerdo con el Centro Nacional de Desastres (Cenapred) el volcán Popocatépetl es uno de los volcanes más estudiados y monitoreados a nivel mundial, debido a su reciente actividad se cambió el semáforo de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3, pero ¿Qué es el semáforo de alerta volcánica?
La Cenapred es un organismo que se encarga de monitorear la actividad de los diversos volcanes del país, incluyendo al Popocatépetl.
Por este motivo se creó el Semáforo de Alerta Volcánica con el objetivo de tener una herramienta que calificara el nivel de peligro de la actividad del volcán en cuestión.
Semáforo Verde: Normalidad
En esta etapa el volcán se mantiene en calma, su actividad es mínima o nula por lo que la Cenapred recomienda a la población estar informados de las rutas de evacuación, sitios de reunión y refugios temporales.
Fase 1: Volcán en calma
Fase 2: Mínimas manifestaciones como fumarolas o actividad sísmica esporádica.
Amarillo: ¡Alerta!
Al registrar una mayor actividad el semáforo pasa a color amarillo en el cual las autoridades deben comenzar a revisar protocolos preventivos en caso de un siniestro y la población debe estar atenta y preparada para una posible evacuación.
Fase 1: Manifiesta actividad como sismicidad volcánica local frecuente y emisiones esporádicas de humo y ligera cenizas.
Fase 2: Incremento de actividad que incluye pluma de vapor de agua y gas, caída de ceniza en áreas cercanas, caída de fragmentos incandescentes, crecimiento y destrucción de domos de lava, flujos piroclásticos por explosión y flujos de lodos o escombros de corto alcance.
Fase 3: Actividad de media a alta con crecimiento rápido de domos de grandes dimensiones y su destrucción en explosiones fuertes, persistencia de fumarolas, gas y caída leve de cenizas en áreas cercanas, explosiones de intensidad creciente con lanzamiento de fragmentos incandescentes, posibles flujos piroclásticos de mediano alcance.
Rojo: ¡Peligro!
Cuando el semáforo llega a este color es una señal de alarma para autoridades y población que deben iniciar la evacuación de las zonas aledañas que puedan resultar afectadas por la explosión.
Fase 1: La actividad explosiva genera un peligro intermedio o alto con columna eruptiva de varios kilómetros de vapor de agua y gas, lanzamiento de fragmentos incandescentes sobre las laderas del volcán, caída importante de cenizas en poblaciones y ciudades lejanas, flujos piroclásticos y de lodo que pueden alcanzar poblaciones cercanas.
Fase 2: Actividad volcánica con un peligro de alto a extremo columnas eruptivas de gran alcance, intensa caída de ceniza, arena y fragmentos volcánicos a distancias mayores, posibles derrumbes parciales del edificio volcánico, flujos piroclásticos y de escombros alcanzando poblaciones cercanas e intermedias, grandes lahares de efectos devastadores, daños graves al entorno y áreas señaladas en el mapa de peligros volcánicos.