Los medios de comunicación oficiales norcoreanos aplaudieron el histórico concierto de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, que ofreció este martes para contribuir a mejorar las relaciones entre Estados Unidos y el régimen comunista.
"La Orquesta Filarmónica, reputada en todo el mundo, bajo la dirección de Lorin Maazel, ofreció una gran representación gracias a una ejecución exquisita y refinada", indicó la agencia central norcoreana la noche del martes, después del concierto, en un cumplido poco habitual en el caso de representantes norteamericanos.
El concierto tuvo lugar cuando Washington y Pyongyang negocian el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano.
Ante 1.500 espectadores, los 106 músicos de la Filarmónica, bajo la batuta del director Lorin Maazel, iniciaron el concierto con los himnos nacionales de Corea del Norte y de EEUU.
Se interpretaron luego obras como la Novena Sinfonía de Antonin Dvorak -conocida como Sinfonía del Nuevo Mundo-, obras de Richard Wagner y de George Gershwin. Para finalizar el concierto, un arreglo de "Arirang", una canción coreana muy conocida a los dos lados de la frontera, fue seguida de una larga ovación del público puesto en pie.
Después del concierto, Lorin Maazel destacó el entusiasmo del público.
"Con este recibimiento tan caluroso y entusiasta, nos hemos sentido como si hubiéramos cumplido una misión, y quizás hemos sido útiles abriendo una pequeña puerta", dijo el director de la Filarmónica.
"Pienso que si esto se convierte en un momento histórico, podremos estar muy orgullosos de haber participado en él", agregó.
La orquesta, que llegó el lunes a Pyongyang, viaja este miércoles a Corea del Sur para ofrecer un concierto el jueves en Seúl.
sm/bgs/jmr.
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